Terrina de brócoli
Ingredientes: 2 brócolis medianos 2 zanahorias 200 g de arvejas 1 taza de harina de garbanzos (250 g aprox.) Agua gasificada Sal marina y aceite orgánico.
Primero vamos a hervir el brócoli y las zanahorias. En un bol aparte, preparamos una pasta con la harina de garbanzo incorporándole de a poco el agua gasificada, hasta que quede una preparación similar a la pasta de los panqueques (el punto exacto es cuando levantás la cuchara y corre un hilo espeso de la pasta). Añadimos los vegetales con las arvejas previamente cocidas, condimentamos a gusto y mezclamos los ingredientes con movimientos envolventes de cuchara para ligar la pasta de garbanzos con el brócoli, las zanahorias y las arvejas. Aceitamos un molde de budín, colocamos la preparación y llevamos al horno, a fuego mediano. Secretito de la abuela: debajo de la budinera, colocar una asadera con agua. La harina de garbanzo tiene otra consistencia y un color amarillo particular, posee muchas propiedades nutritivas, es rica en lecitina natural, que cumple una importante función con el colesterol y los triglicéridos, ya que permite emulsionar las grasas del organismo favoreciendo su expulsión. De la lecitina se forma la colina, un miembro del grupo de la vitamina B que favorece al hígado y previene algunas enfermedades como la cirrosis y hepatitis, ayudando a la eliminación de toxinas. Es abundante en ácidos grasos esenciales entre los que se destaca el linóleo, de la cadena del Omega 6. Este plato se puede servir frío como una entrada, acompañado por ensaladas (mi preferida: la ensalada rusa) o servir como plato principal caliente.