Andar por los aires
Las actividades en altura son altamente bene ciosas para la buena salud y la estabilidad corporal. Aunque no lo parezcan, algunas son aptas para todas las edades y, si no sos valiente, también hay técnicas sobre el piso para ganar en equilibrio
Los hay de varios tipos, pero el denominador común de los ejercicios en altura es que queman entre 300 y 500 calorías por clase, ya que se combinan aeróbicos y anaeróbicos, de resistencia y de fuerza. Como todo trabajo físico, en la medida que se practique con frecuencia y moderación, ayuda a mantener un buen estado de salud corporal.
Pole dance
Es una disciplina muy completa que utiliza un caño y fortalece a través del baile y giros o escalada en altura. Requiere de fuerza y flexibilidad, buena postura, abdomen y espalda tonificadas. “Es una disciplina para divertirse o competir. Además, se logran efectos psicológicos y emocionales, muchas chicas salieron de depresiones, bulimia o anorexia. La edad o la complexión física no son limitantes y existen rutinas para todos los segmentos. Tenemos alumnas de 11 años hasta mujeres de 68 y algunas con sobrepeso severo”, sostiene Anabella, profesora de Pole Dance en un gimnasio de Recoleta. El entrenamiento combina ejercicios de fuerza, resistencia y flexibilidad. Tanto el pole como la tela son actividades que trabajan sobre la elongación para reducir la tensión del cuerpo. Viviana Morales es bailarina, profesora de pole dance, Miss Pole Dance Argentina 2010 y autora de la Guía Práctica del Pole Dance, para profesores, alumnos e iniciados. También patentó una nueva disciplina llamada Bungie Pole Dance, fusión entre danza aérea y pole dance: “Es una nueva actividad que incluye un arnés, ajustable a cada persona, un bungie (puede ser de una sola cuerda elástica o un conjunto de cuerdas unidas) que se engancha al arnés con un mosquetón y a un sistema diseñado a tal fin que lo une la parte superior del caño. Puede ser utilizado para aprender trucos nuevos o movimientos desconocidos porque da seguridad a la persona que lo practica”.
Danza aérea
Popularmente llamada “las telas”, permite deslizarse y sentirse libre por el aire. Se realizan coreografías utilizando técnicas de la escalada. La llamada “tela acrobática” es un cruce con el yoga: los yoguis orientales utilizan la cuerda para meditar y pasar mayor tiempo en sus posiciones.
Se trabaja a una altura aproximada de 7 metros o más, con un soporte de vigas de acero donde cuelgan, por la mitad, paños de más o menos 20 metros de largo y 1 1/ 2 de ancho, de jersey de seda o acetato. Si bien es apto para cualquier persona, se necesita cierta condición física para sostener el propio peso corporal. La zona del cuerpo que mayor fuerza requiere es la región abdominal, que es la que sostiene durante la realización
de figuras invertidas. Manos, brazos y hombros se usan para los amarres y enganches a la tela. La resistencia que se gana al cabo de unas pocas semanas de práctica es increíble. Como las mujeres no contamos, a diferencia de los hombres, de una gran musculatura en la parte superior, se dificulta el trepar la tela, pero la elasticidad corporal permite un mayor potencial expresivo. Para los niños, es especialmente fácil y divertida. Al igual que otras disciplinas deportivas, esta modalidad también conlleva ciertos peligros, sin embargo, ees muy poco probable que alguien se caiga desde lo alto, pues los amarres que se hacen con la misma tela lo impiden. Lo que sí puede pasar es el sufrir magulladuras por quedar apretado en los nudos o que la fricción irrite la piel.
Yoga y pilates en el aire
Se practican en columpios o hamacas de tela (generalmente conocidos como yoga swing) que se fijan a menor altura del piso y las posturas se hacen con mejor balance y equilibrio, logrando que la concentración se fije en la rela- jación más que en el esfuerzo físico. Los principales objetivos son fortalecer, promover la renovación celular gracias a la acción invertida, definir la musculatura, mejorar los procesos digestivos y respiratorios y alcanzar estados de relajación profundos. Otro beneficio común a todas estas prácticas en suspensión que es el desarrollo de la paciencia y el ímpetu necesario para dominar y desafiar el cuerpo y el instrumento (la tela, el arnés). Tanto para el yoga como para el pilates en telas, la respiración sigue ocupando un lugar muy importante, pues gracias a ella se conecta el esfuerzo físico con la exigencia mental que caracteriza a estas actividades.
Asesoramiento: Daiana Ferrari, profesora de Educación Física y de Pole Dance en Art Dance Studio.