PARQUE LEZAMA
Se repuso un éxito de la temporada anterior
Sala: Teatro Liceo (Rivadavia y Paraná, Caba) - Intérpretes: Luis Brandoni, Eduardo Blanco, Marcela Guerty y elenco - Dirección: Juan José Campanella - Funciones: miércoles a viernes a las 20.30 - Sábados a las 19.30 y 22.15 - Domingos a las 19.30
En las comunidades llamadas incivilizadas, en tribus que viven en medio de la selva donde no hay tecnología que valga, se eligen a los ancianos como a los líderes de la comunidad. Allí, el anciano es sabio por todo lo que sabe y vivió. En nuestras ciudades civilizadas, los mayores son dejados de lado en la mayoría de los casos y el fantasma de la clínica geriátrica acecha sin piedad. Por otra parte, se dice que no es lo mismo un viejo que un anciano: el viejo es aquel que se jubila y dice: “Ya está, ya hice mi vida” y se detiene en los recuerdos. El anciano es el que a partir de ese momento piensa en el futuro y en qué hacer con todos los conocimientos adquiridos durante esos años de vida. Los personajes de esta obra son dos ancianos, piolas, inteligentes y pícaros, tal vez uno más que el otro, pero no se archivan en la soledad de su casa. Se encuentran, en este caso, en el Parque Lezama, lugar emblemático del porteño barrio de San Telmo. Luis Brandoni y Eduardo Blanco se cargan sobre sus espaldas la obra de Herb Gardner y sus trabajos ennoblecen el de Juan Carlos Campanella en su primera experiencia como director teatral. Campanella vio el estreno de esta pieza en Nueva York, en 1985, y desde entonces supo que alguna vez la pondría en un escenario argentino. Aquí, el tema de la vejez es tratado con una altura y un humor que sorprende, entretiene y deslumbra. Claro que ello no sería posible sin la participación de estos dos enormes actores. Para Luis Brandoni es uno de sus mejores labores en un escenario, sino la mejor de su carrera. Eduardo Blanco, que ha dado sobradas muestras de su ductilidad en el cine, aquí vuelve a brillar. En medio de una impresionante escenografía de Cecilia Monti, que supo simplificar la magnificencia del Parque Lezama, se mueven estos dos inolvidables personajes rodeados de otros prototipos periféricos que le irán cambiando su rutina. Un párrafo aparte merece la charla de Luis Brandoni con Marcela Guerty (padre e hija), en un duelo generacional pocas veces visto. Finalmente, vale destacar el tremendo trabajo de iluminación de un especialista, Felix Monti. Totalmente recomendable.