de la FLOR Meditación
Durante los meses del verano estamos un poco más sensibles e irritables, tal vez el calor nos juegue una mala pasada en cuanto al equilibrio, entonces, es un buen momento para meditar. Podemos practicar la siguiente meditación durante el día, pero, lo ideal es antes de ir a dormir, ya que otro de los problemas del verano es el insomnio. Sentados cómodamente, con la espalda bien derecha, las palmas hacia arriba apoyadas en nuestros muslos, cerramos los ojos e imaginamos nuestra or preferida. Inspiramos y exhalamos, relajamos caderas y las entregamos al suelo, estiramos la columna como si se tratara del tallo de la or, inhalamos nuevamente y, exhalando, a ojamos los hombros y los separamos de nuestra nuca como si fueran las hojas. Nos mantenemos así unas 10 respiraciones, todas ellas lentas, inhalando y exhalando siempre por nariz. Sentimos la luz del día en el rostro y el cuerpo, en cada inhalación, nos imaginamos que nuestro cuerpo absorbe la luz y, en cada exhalación, relajamos una parte más del cuerpo, empezando por la frente, ojos, párpados, nariz, boca, mandíbula, mientras seguimos absorbiendo luz. En las próximas 10 respiraciones, tratamos de a ojar plexo cardíaco y seguimos incorporando luz, relajamos tensión de pecho, espalda y abdomen. En las siguientes 10 respiraciones, relajamos brazos y piernas, seguimos inspirando y exhalando pensando en que la luz recorre todo nuestro cuerpo como si fuésemos una planta que está oreciendo, muy luminosa. Cuando sientas que estás completa, uní las palmas frente al corazón e incliná la cabeza apenas hacia abajo, podés hacer varias respiraciones allí y, luego, lentamente vas volviendo para abrir los ojos y contemplar las maravillas del verano en toda su plenitud, sentirte plena, energizada y distendida.