Cambiá de menú
Una de las puertas por la que la buena salud y el bienestar entra al organismo es la boca. Tomar buenas decisiones a la hora de elegir como alimentarnos es lo que mantiene alejado al médico y no permite una vida plena. Algunos consejos: Aumentá el consumo de alimentos crudos: frutas, verduras y germinados.
Respetá la compatibilidad de los alimentos.
Prescindí de los nitritos que se encuentran en el cerdo y sus derivados.
Eliminá la grasa de la carne ya que los residuos químicos se encuentra allí. Evitá las frituras y no reutilices el aceite pues ya está oxidado. Usá aceites prensados en frío y sin refinar.
No consumas grasas hidrogenadas (margarinas y comidas preparadas) ya que son cancerígenas.
Utilizá fuentes óptimas de grasas como las de la palta, aceite de oliva, semillas de oleaginosas, entre otras.
El aceite de germen de trigo comienza a ponerse rancio una semana después de ser extraído. Asegurate de la fecha de vencimiento, comprá solo botellas chicas y conservalo en la heladera.
Eliminá el azúcar refinado, la negra y los edulcorantes artificiales. El sorbitol, la fructosa, la lactosa y el aspartamo son igualmente dañinos. Sustituílos por miel, miel de caña, biológica o stevia.
Evitá los alimentos curados que contienen nitratos y nitritos, que se convierten en nitrosaminas, una de las posibles causas de cáncer. Carnes ricas en estas sustancias son el jamón cocido, las salchichas, la carne picada y los embutidos.
Evitá el pescado de gran tamaño ya que acumula mucho mercurio y eliminá por completo mariscos y moluscos. Si ocasionalmente los consumís, aumentá el consumo de antioxidantes, especialmente selenio y ácido alfalipoico, o acompañá esos platos con mucho ajo crudo.
La lecitina es la mayor fuente de colina de la que disponemos y desempeña un papel importante en la eliminación de medicamentos y sustancias nocivas para el hígado.
*Autora de “Menúes conscientes. La dieta disociada simplificada”, ediciones Sirio
Según el último relevamiento de la FAO, 2.000 millones de personas en el mundo sufren deficiencias de micronutrientes, lo que significa que no tienen los nutrientes esenciales necesarios para llevar una vida saludable y productiva.