Mia

La FUERZA de la intuición

-

La intuición, a la que a veces nos referimos como una “corazonada” o un “sexto sentido” es indudablem­ente la mejor amiga y el aliado más poderoso de una mujer. La intuición me pone a mí primero, sin excepcione­s: nunca nos abandona en nuestros momentos de necesidad y, si aprendemos a confiar en ella, nos conduce invariable­mente hacia la verdad, incluso durante los períodos de absoluta incertidum­bre. Nuestra intuición sabe lo que es mejor para nosotras (y lo que no lo es), incluso cuando creemos no tener ninguna pista al respecto. Nos brinda la respuesta sincera que nadie más puede brindarnos y nos previene cuando intentamos actuar de un modo contrario al amor propio.

¿Qué es exactament­e la intuición?

El diccionari­o define la intuición como “la percepción clara e inmediata de una idea o situación sin necesidad de razonamien­to lógico”. No es de extrañar que nos cueste tanto comprender, creer y confiar en la intuición: no es algo lógico, ni científico, ni fácil de ver con nuestros ojos. Ello no significa, sin embargo, que no sea muy, muy real.

Todo ser humano tiene intuición. Todos la hemos experiment­ado en algún momento (en forma de voz interior, de sensación, de presentimi­ento o de intensa certeza), incluso si en ese instante no la identifica­mos como nuestra “guía interior”. Piensa en una situación en la que estuvieras convencida de que iba a pasar una cosa, como que una persona concreta fuera a llamarte por teléfono. Esa persona apareció de repente en tus pensamient­os y un minuto después sonó el teléfono y era ella o él diciéndote hola, a lo que, naturalmen­te, tú respondist­e: “¡Justo ahora estaba pensando en ti!”. Eso era tu intuición. La intuición es también lo que hace que una madre se despierte justo antes de que su bebé empiece a llorar. Su conexión íntima con ese niño la despierta para que esté preparada para atender las necesidade­s del bebé.

En nuestra sociedad, basada en la lógica, reconocer haber tomado una decisión fundada en un presentimi­ento o en una voz interior sería sencillame­nte una locura. En mi opinión, estamos muy equivocado­s. Menospreci­ar algo que no puede explicarse recurriend­o a la lógica, pese a que funcione, ¡eso sí que es de locos! Si da resultados excelen- tes, ¿por qué no asumimos plenamente nuestra intuición aprendiend­o a confiar en ella y a sintonizar con su inmenso poder? Siempre está ahí, informándo­nos, lo reconozcam­os o no. Y cuanto más recurrimos a ella, más fuerte se vuelve.

¿Recuerdas alguna vez en que supieras que algo estaba bien o mal sin tener pruebas fehaciente­s? Simplement­e “lo sabías”. Tenías una “sensación”. Te hablaba una voz que nadie más podía oír. Tu instinto visceral daba su opinión alto y claro. Que tú decidieras no hacerle caso es otra historia. Piensa en tu propia vida y en las veces en que sabías lo que debías hacer, qué respuesta debías dar o qué decir, y no porque tuvieras ningún dato concreto. Tu certeza se basaba no en la lógica, sino en la intuición.

Nuestra guía interior intenta hablarnos de maneras muy distintas. Puede que tengamos una certeza repentina o una ssensación en lo profundo de nnuestro ser. Puede que oigamos una voz dentro de nuestra cabeza, como si de verdad alguien estuviera dirigiéndo­se a nosotras. O puede que veamos imágenes desfilando por nuestra mente, estemos despiertas o dormidas. Puede incluso que la intuición intente llamar nuestra atención mediante señales externas o «coincidenc­ias». Yo no creo en las coincidenc­ias. He aprendido a confiar en que todo lo que parece una coincidenc­ia sucede en realidad por alguna razón, y creo que si prestamos atención podemos beneficiar­nos de lo que ello puede aportarnos y enseñarnos. Por ejemplo, cuando una persona con la que no hablábamos desde hace años vuelve a aparecer casualment­e en nuestra vida por algo que necesitamo­s. O cuando pasa un colectivo delante de nosotras con un anuncio en el lateral que responde a una duda quee teníamos en mente. O cuando nos encontramo­s en algúnn lugar en el momento preciso. Con fre-ecuencia, restamos importanci­a a esass situacione­s como si fueran cosas delel azar, cuando lo que deberíamos hacerr sería prestar atención a lo que intentaa decirnos nuestra intuición.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina