Árboles en el celular
Cómo reciclarlas para hacer desde un compost hasta confituras y aromatizantes para el hogar
Llegó una aplicación móvil gratuita de Android que permite localizar, identificar y tener información sobre los árboles ubicados en las plazas y parques de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo es brindar una herramienta interactiva que permita descubrir los espacios verdes de la Ciudad y generar un compromiso con ellos. DataFlora cuenta con un menú de tres secciones: Árboles, un mapa con la ubicación de cada individuo en cada espacio verde. Catálogo, un listado de los árboles mmás comunes y AAgenda, actividades qque se realizan en los espacios verdes, con información detallada de lugar, horarios, tipo de evento, etc. En el mapa se podrá visualizar llos árboles de aalrededor y aaprender sobre la especiee observada. El catálogo es una gran base de datos con información detallada de cada especie. Su contenido incluye imágenes en alta calidad, tipo de hoja, flor, fruto y corteza de cada árbol, y una ficha con datos clave para conocer cada especie a fondo, su nombre, familia, origen, tipo de follaje, usos y valores paisajísticos dentro del espacio urbano. DataFlora puede descargarse gratuitamente de Google PlayStore, en www.dataflora.com.ar
Cada vez que comemos una fruta, limpiamos verdura, tomamos mate, café, té o lo que sea, dejamos pequeños o grandes residuos que podemos reciclar, darles otros usos o generar compost para que nuestras plantas crezcan mejor.
Hay cáscaras que podemos confitar para disfrutar como bocadito o como postre, como la del limón, la naranja o el pomelo. O rallarlas y perfumar tortas y carnes; o ponerlas en minibolsitas de algodón y aromatizar roperos y cajones. Y de paso, si son de naranja, espantar a las polillas. O hacer aguas frutadas, con manzana, pera y cualquier cítrico. También pueden ser el alimento de nuestras plantas: el compost, junto con las hojas, trozos y brotes de descarte.
Hacer compost es muy sencillo. Con dos recipientes de plástico que quepan uno dentro del otro, una tapa, un ladrillito o algo que haga de base entre los dos tachitos, un poco de tierra y otro de aserrín para evitar el olor nauseabundo ya nos podemos embarcar en la tarea. Hacés agujeros en el recipiente más chico y lo colocás después del ladrillo dentro del plástico mayor. Ahí empezás a poner por capas: aserrín, tierra y tus desechos picados, y otras dos capas igua- les. Si está seco, lo regás un poco. Lo tapás y lo alimentás día tras día. Unas dos semanas después, lo revolvés y seguís tirando tus desechos picaditos hasta que el tachito esté lleno. Ahí habilitá una nueva compostera y dejá ésta un par de meses hasta que se desintegre todo y entonces le das todas esas nutrientes a tus plantitas. Esta es la mejor forma de compostar.
Pero también podés disfrutar dándole otros usos a las cascaritas: la de naranja, la cortás bien finita, la ponés dentro de una bolsita de gasa y la colgás en tu ropero. ¡No hay polilla que entre ahí! O para aromatizar el ambiente como recipiente de velas.
También podés hacer tiritas pequeñas con la parte de color, la hervís hasta que tiernicen con un poco de agua y azúcar, la escurrís, la ponés en una asadera con azúcar encima y la horneás a fuego bien bajo el tiempo que puedas, hasta que se sequen. Las dejás enfriar y las envasás. Luego las usás como bomboncito para el café, para decorar un postre o como fruta confitada para hacer tortas o cocinar, por ejemplo, un rico cerdo a la naranja. ¡Y a chuparse los dedos!