Programa anti acoso
Por Matías Giarratana*
En Argentina, aproximadamente el 16% de chicos en edad escolar sufrieron bullying. Estos números tienen que servir como alerta tanto para los padres como para las autoridades escolares y políticas. Es importante que los adultos se involucren y estén atentos para reconocer estos casos e intervenir con seguridad y firmeza. Hay distintas señales que pueden servir de advertencia como prestar atención a los estados de ánimo del niño, ya que suelen presentar cuadros de ansiedad, decaimiento, como así también aislamiento. El diálogo es fundamental, tanto en la casa como en la escuela, para detectar y trabajar esta problemática que deja huellas en la autoestima de los niños y repercute en su desarrollo tanto intelectual como psíquico, en algunos casos, los puede llevar a cometer intentos de suicidios.
Se está desarrollando a nivel mundial un programa de origen finlandés llamado KiVa (que significa básicamente contra el acoso escolar). La clave de este sistema es que no incide únicamente en la víctima sino en los testigos ya que como seres en relación que somos, la opinión y los vínculos con terceros es vital. El sistema exhorta a aquellos que presencian un acoso, a defender al acosado y no a ver en lo que pasa un motivo de risa o no concebirlo como algo ajeno a ellos mismos. Mediante clases semanales, proyectos y rutinas, estos centros logran disminuir los índices de bullying. El programa KiVa busca socios colaboradores que deseen poner en marcha el programa anti acoso escolar en sus regiones o países. Ser colaborador garantiza el derecho a comercializar, distribuir los productos y la metodología y usar el conocimiento del programa. Este programa ofrece, mediante una licencia, la orientación y aplicación en escuelas.