¿Cómo es un LÍDER?
Liderar es el acto que define al líder y está relacionado con movilizar hacia un objetivo común e inspirar a los demás para que den lo mejor de sí mismos. Dentro de una organización, el liderazgo excepcional siempre es capaz de encontrar a las personas adecuadas para llevar a cabo el objetivo y conseguir que se apasionen por su trabajo. En estas organizaciones, los auténticos líderes son los propios empleados, pues son quienes consiguen transmitir esta excelencia a los clientes. El equipo es la prioridad.
Si alimentas el entusiasmo en tu familia, ésta vivirá entusiasmada. Si alimentas la pasión en tu trabajo, los empleados trabajarán apasionadamente. Si tu personal o tus compañeros se sienten tratados de forma excepcional, es mucho más probable que también traten de forma excepcional a tu clientela.
Este liderazgo observable y cuantificable se asienta sobre cuatro principios ineludibles: ✔ Quien lidera ha de exigirse a sí mismo más de lo que los demás esperan de él. ✔ Quien lidera ha de exigir a sus colaboradores más que al resto. ✔ Quien lidera ha de cultivar el interés y el afecto sincero por los demás. ✔ Quien lidera sabe desenvolverse y contagiar valentía frente al temor.
Esto no significa que tengamos que ser extrovertidos, animosos o socialmente muy activos. En nuestra cultura se valora en exceso la extroversión frente a la introversión, como si la persona introvertida o contemplativa fuese menos capaz. No obstante, algunas de las personas más influyentes de la historia de la humanidad, y que además ejercieron grandes liderazgos, se caracterizaron precisamente por ser introvertidas, incluso bastante tímidas. Todas ellas necesitaron de espacio para el recogimiento y la reflexión con el fin de madurar sus ideas. Me refiero a Buda y sus retiros para meditar, a Confucio, a Jesucristo y su marcha al desierto, a Gandhi y su pericia en la escucha e incluso a ídolos deporti- vos, líderes en sus equipos, como el exfutbolista Zinedine Zidane, quien comentó que la clave de su éxito radicaba en su timidez, o incluso el primer creador de Apple, Steve Bozniack, quien explicó cómo su timidez y las largas horas de trabajo en solitario en su garaje fueron los responsables de lo que, hoy en día, consideramos referentes de éxito e innovación.
De hecho, cada vez se reconoce más la influencia positiva de esos individuos con aparentemente menor perfil de acción. Como pone de manifiesto Susan Cain, autora de Quiet Revolution: "Hay una correlación cero entre hablar mucho y tener las mejores ideas". Esta autora apuesta por la necesidad de darle al liderazgo la posibilidad de mostrarse también desde esas características propias de la introversión. De modo que, si te consideras una persona introvertida, ya puedes empezar a desterrar la idea de que liderar no está a tu alcance.
Desde esta perspectiva, la función más importante en el liderazgo es emocional, y esto es así tanto en la sala de juntas donde se toman las decisiones estratégicas de la organización como en las negociaciones del comercial con su cliente. El liderazgo resonante moviliza la energía emocional del equipo en la dirección adecuada y hace resonar su efecto en sus integrantes. Pero no solo lo vemos en las organizaciones empresariales; también se hace notar en familias o grupos de amigos donde algunos con su manera de hacer y decir las cosas son capaces de contagiar entusiasmo. Frente a esta forma de liderazgo, está el liderazgo disonante, ejercido por aquellos que bloquean o desmotivan a sus equipos. Pero nosotros no queremos formar parte de estos últimos, ¿verdad?