Limpieza al LIMÓN
La buena limpieza del hogar es algo también esencial para gozar de buena salud y bienestar. No suele ser la actividad que más nos guste, todos queremos hacerlo rápido pero sin renunciar a una tarea bien hecha. ¿O no?
Hoy la limpieza incluye visiones que expanden la idea tradicional de la misma. Por ejemplo, pretendemos que sea respetuosa, tanto con nuestra casa común -la Madre Tierra- como con nuestra ecología interna -nuestro cuerpo-, y ahí la tarea requiere hacerse de algunos conocimientos sencillos que pueden transformar completamente nuestra forma de entenderla.
En los últimos años, hemos abusado de jabones, aerosoles y sustancias antibacterianas, sin embargo, la ANMAT (Administración Nacional de Alimentos y Tecnología Médica), en línea con lo resuelto con la FDA (su equivalente en Estados Unidos) emitió una resolución a fines de 2016 dándole a la industria un plazo de 2 años para adaptarse y eliminar un grupo de estas sustancias en jabones líquidos, en barra, espumas y geles, así como limitar la concentración de otras en dentífricos, enjuagues bucales, desodorantes y cosméticos, dado que la investigación determinó que pueden aumentar la resistencia bacteriana y provocar alteraciones hormonales.
La FDA también ha afirmado que "no existen estudios clínicos que avalen una eficacia superior por parte de estos productos frente a los jabones no antibacteriales en la prevención de enfermedades o en la reducción del riesgo de infecciones cuando son utilizados en el ámbito del hogar y en lugares públicos”, justamente el leit motiv publici-
tario en el que han venido insistiendo las empresas que fabrican y comercializan estos productos.
Es muy bueno tener presente que la mejor limpieza es la que no debe hacerse, en especial, cuando se refiere a la eliminación de los deshechos de hábitos consumistas que son innecesarios: antes de comprar algo, pensemos si realmente lo necesitamos o si su utilidad no puede ser satisfecha con algo que ya tenemos. Pensar y actuar de esta manera es parte de una estrategia integral de limpieza. Del mismo modo, si ya lo hemos adquirido y utilizado, antes de tirarlo, reflexionemos si no puede dársele un uso más.
Ventilar y asolear la casa es una otra forma eficaz de mantener un ambiente limpio, desinfecta do y fresco. Con la ayuda de unas buenas esencias naturales, podemos mantener el hogar libre de malos olores y así prescindir de sprays aromatizantes artificiales.
La elección natural
Hay una gran cantidad de sustancias naturales que son anbacteriales eficientes y que no tienen las consecuencias negativas de aquellos que son de síntesis, tales como el vinagre de manzana, el bicarbonato, algunas esencias como el tea tree, el tomillo o el eucalipto o el gran todo terreno de la medicina natural, el limón.
Con sustancias naturales que habitualmente tenemos en la heladera o el mueble de cocina, podemos elaborar propios productos de limpieza que serán nuestros grandes aliados a la hora de dejar brillante y desinfectado nuestro hogar.
Por ejemplo, el vinagre es un gran desinfectante y desengrasante que actúa con eficacia en espejos, azulejos, ventanas, pisos o para lavar los platos. ¡Después de una buena limpieza, en mi casa suele haber olor a ensalada! Dura apenas un ratito, nada que resulte molesto.
El bicarbonato es ideal para lavar ropa y zapatos, recuperar el brillo de canillas y otros accesorios metálicos tanto como es perfecto para limpiar el horno y estufas.
El aceite de oliva va muy bien para limpiar, pulir y sacar brillo a las superficies y muebles de madera, en especial si se lo combina con jugo de limón o vinagre. Por eso, desde ahora, cuando prepares una vinagreta, reservá un poco para tus muebles.
El rey limón
Este fantástico fruto no solo puede desintoxicar nuestro organismo sino que también es capaz de darle una buena higiene a nuestro hogar, higiene que incluya la salud y el cuidado amoroso del medio ambiente.
Suele funcionar de forma parecida al vinagre, pero es más efectivo para eliminar hongos y dar brillo a las superficies. Combinado con sal, va muy bien para darle brillo a las superficies metálicas.
Para limpiar el horno, se recomienda hervir las cáscaras de 2 limones previamente exprimidos y, al finalizar, agregarle el jugo: utilizar un paño para limpiar con este líquido.
Para limpiar y desinfectar la mesada de la cocina, un spray con jugo de limón, vinagre o una combinación de ambos funciona muy bien y otorga una saludable desinfección.
Si necesitamos quitar los olores de la heladera, solo tenemos que cortar un limón y colocar una mitad en un plato o recipiente para que absorba los olores, luego, cambiarlo semanalmente.
También es capaz de eliminar las bac- terias de la tabla de cortar: para eso, alcanza con frotarla con limón, dejar que actúe unas horas y lavar.
Lo podemos incorporar como bactericida de emergencia para higienizar las manos, al igual que el vinagre.
Este truco no lo he utilizado porque prefiero evitar el microondas, pero para eliminar los olores del aparato, se colocan 3/ 4 taza de agua con algunas cucharadas de jugo de limón y se calienta hasta que hierva dentro del horno, mientras se mantiene cerrada la puerta al menos 10 minutos. Luego, se remueve la suciedad con un paño seco.
Cuando la ropa se mancha con grasa, se la frota con un poco de jugo de limón (si además le agregamos bicarbonato ¡mejor!), se deja actuar unas horas y se lava normalmente. Si agregamos una tacita de jugo de limón en el lavarropa junto con el jabón, la ropa quedará más limpia y brillante.
Los hongos en los placares no solo dejan un olor feo en la ropa sino que además dañan nuestra salud. Para eliminarlos y aromatizar con una nueva frescura, tan solo debemos colocar el jugo de dos limones en una botella con rociador, añadir una parte equivalente en agua y mezclar bien. Rociamos en la zona afectada de tal modo que quede un poco húmedo y dejamos actuar unas 2 horas. Si el olor se mantiene, se repite el procedimiento, pero esta vez, pasando un paño limpio para dejar la superficie impecable.
Si experimentas creativamente, encontrarás más usos para el limón en la limpieza hogareña para terminar de convencerte de que era mucho más que un buen amigo del hígado, un detox de nuestra sangre o un gran aliado de la buena gastronomía.