Secretos de los rosales
Infaltables en los jardines, requieren de mayor cuidado en otoño e invierno.Te contamos como mantenerlos sanos y hermosos todo el año
Las rosas inspiran a poetas, enamoran a mujeres, visten una mesa y engalanan los jardines. Son bellas, aromáticas, nos ofrecen una infinidad de colores y, con los cuidados correctos, florecen varias veces al año.
La época en que no podemos descuidarlos es durante el otoño y el invierno, cuando la energía comienza a bajar y son vulnerables, tanto al cambio de clima como al ataque de plagas.
Tareas a realizar:
✖ Fertilización: la aplicación de un fertilizante con alto contenido de nitrógeno garantizará el crecimiento vigoroso para el florecimiento saludable. ✖ Poda: la poda debe realizarse cuando la planta esté en reposo, es decir en otoño e invierno. En cuanto al corte, es importante realizarlo en forma oblicua, para evitar la acumulación de agua y así reducir la proliferación de hongos y/o bacterias perjudiciales para la planta. Es importante saber que debe cortarse sobre una yema (lugar de donde nace una hoja) que brote hacia afuera. De esta forma se evita que las ramas se crucen al crecer, además se favorece la entrada de la luz.
Si el rosal es de pie bajo, la poda se realiza cortando las ramas enfermas y/o débiles y todas aquellas que se entrecruzan. Si la planta es vigorosa se poda con menor intensidad. Si es un rosal de pie alto o trepador se siguen los mismos principios y recomendaciones pero la intensidad de la poda será menor. En los rosales miniatura sólo se efectúa una poda de limpieza que in- cluye el corte de dos a tres centímetros de la parte superior de las ramas.
Recordar que las tijeras deben estar bien afiladas y desinfectadas con alcohol, para realizar un corte limpio y así evitar que la planta se lastime.
✖ Limpieza: más allá de la poda, es importante eliminar las flores marchitas o secas, para que la planta no gaste energía y nutrientes en ellas y no se debilite.
En el caso de las rosas tipo arbusto u otras que florecen en ramilletes, deben removerse solamente aquellas que están mal y no la totalidad del mismo.
✖ Riego: depende de varios factores, por ejemplo, si es una época de mucha lluvia y la planta está al aire libre, no será necesario hacerlo. Si es una época seca o está en maceta, se debe regar dos veces por semana, poca cantidad, para que no se resequen las raíces.
Es indispensable evitar encharcar la tierra o mojar las hojas y flores, ya que se pudren las raíces y, además, se favorece a la aparición de hongos. El agua debe aplicarse al pie de la planta, con manguera, regadera o riego por goteo.
✖ Control de plagas: en esta época, los rosales son propensos a tener hongos en sus hojas (manchas blancas), por lo tanto es necesario controlarlo. Ante el primer síntoma se puede aplicar un fungicida, siempre siguiendo muy bien las instrucciones de la etiqueta.