PSICO. Síntomas y emociones
Detrás de todo síntoma hay una creencia inconsciente con la cual nos justificamos para no hacer lo que queremos hacer.
Detrás de todo síntoma físico se oculta una emoción que no pudo ser expresada. Cada persona es única y a pesar de que todos somos seres biológicos, percibimos el mundo de manera diferente y codificamos la información de manera distinta. Es por eso que podemos presentar el mismo síntoma físico habiendo vivido situaciones completamente diferentes. ¡O vivir la misma situación y que una persona lo viva de una manera y que otra ni siquiera lo haya vivido como un shock! Para descubrir el para qué tengo un síntoma, lo primero que debemos preguntarnos es: desde cuándo tengo el síntoma y segundo, para qué me sirve el órgano implicado. Por ejemplo: Gastritis. Detrás de todo síntoma que termina en "itis" sabemos qué hay inflamación y que la persona lo vive con una connotación de ira o bronca (¿qué te infla, qué te molesta tanto para inflarte o hincharte?). Generalmente, ocurre que la persona con gastritis dice que SÍ a cosas que quiere decir que NO, dice que SÍ para que los demás no se enojen, para no sentirse culpable, básicamente es una persona que hace lo que los demás quieren y no lo que siente hacer. La mejor solución es aprender a decirle NO a los demás y empezar a decirnos SÍ a nosotros mismos. ¡Si uno mismo no se prioriza, menos lo van hacer los demás!
Los dolores de cabeza muchas veces aparecen porque nos sentimos desvalorizados intelectualmente, es decir, tenemos pensamientos de desvalorización con nosotros mismos. La cabeza es símbolo de autoridad. La pregunta es quién es una autoridad para esa persona. Puede ser el padre, un jefe, la madre, Dios, la propia desvalorización de la persona puede ser su autoridad. Esa voz limitante que le impide ser quien quiere ser; que le dice "no servís", "no podés", "no sos lo suficientemente bueno”. La cabeza duele para que esa persona deje de pensar en una situación puntual. El inconsciente, con el objetivo de bajar el estrés, va a mandar una solución para que la persona deje de pensar y es ahí cuando aparece el dolor de cabeza.
Los límites están para romperlos, quizás la cabeza duele porque está tratando de romper esos límites. La única receta efectiva en estos casos es empezar a confiar en uno mismo y dejar de culpar a los demás de los fracasos propios.
Si creés que no sos bueno, es porque alimentaste esa creencia y ahora debés reinventarte para ser quien te gustaría ser, diciéndote que Sí vas a poder, dejando las excusas de lado y accionando hacia tu objetivo. Es importante decirse cosas lindas y accionar para generar un CAMBIO. Cuando hay mucha mucosidad, inconscientemente siento que no puedo oler el peligro y me siento confundido, Habitualmente, este síntoma aparece después de una separación inesperada, ejemplo: estoy de novia, muy enamorada y llega mi pareja y me dice "no te quiero más". En ese momento puedo codificar este bloqueo emocional, "no pude oler que él ya no me amaba más, mi nariz anda mal". No olvidemos que el amor entra por la nariz debido a las feromonas, es por esta razón que el cerebro manda la señal de segregar más mucosidad porque cree que algo está impidiendo su buen funcionamiento. Esa es la razón por la cual nos limpiamos la nariz..., para oler mejor.
Detrás de todo síntoma hay una creencia inconsciente con la cual nos justificamos para no hacer lo que queremos hacer. Aprender a ser coherentes con nosotros mismos es el primer paso para lograr sanarnos. Debemos comprender que la enfermedad es la expresión de un desequilibrio causado por un conflicto emocional repetitivo que no logramos resolver o un shock inesperado que lo vivimos en soledad y sin solución aparente, como una muerte, accidente, separación o pérdida.