EXTRAÑA playa de Basalto
Una increíble formación rocosa en Irlanda lleva a los turistas a comprobar si es verdadera o una noticia falsa de las redes. Al verla, sigue siendo tan mágica que todos creen más en una leyenda de gigantes que en la versión científica de su origen.
La Calzada de los Gigantes es una singularidad geológica y la estrella indiscutible del viaje por la costa oriental del condado de Antrim, el enclave natural más visitado en Irlanda del Norte, declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1986. Está formada por cerca de 40.000
columnas de basalto, la mayoría hexagonales, que descienden escalonadamente hasta el mar. Según la leyenda, surgió de la lucha entre dos gigantes, el irlandés Finn Mccool y el escocés Bennandoner, que continuamente se lanzaban rocas, tantas, que acabó formándose un camino de piedras sobre el agua. De acuerdo a los estudios geológicos, se gestó durante una erupción, hace 55 a 60 millones de años, a causa de una masa de lava volcánica, raramente tampoco producto de ningún volcán porque no los hay en el lugar, sino surgida del fondo de la tierra y que quedó atrapada en un declive del terreno. La parte superior, expuesta al aire, se enfrió más rápido que la inferior y, al contraerse, se formaron las columnas poligonales como como se cuartea un suelo arcilloso cuando pierde el agua.
El descubrimiento de las columnas desconcertó tanto a científicos, estudiosos, religiosos y pueblo en general y
hubo importantes discusiones sobre su origen. Fue cien años después cuando el francés Demarest explicó el origen de las columnas desde un punto de vista científico, como buen geólogo. ¿Cómo pudo ser que no se descubriera hasta finales del siglo XVII? Cuentan que fue el obispo de Derry –o Londonderry– el que realizó el descubrimiento y que había necesitado cuatro años de viaje para llegar hasta allí desde su ciudad, a unos 70 kilómetros. Las malas lenguas de la época decían que había tardado tanto porque había parado en todos los pubs que había por el camino.
La leyenda
La Calzada de los Gigantes tiene algo de mágico en su paisaje ya que a primera vista la pared verde del cañón, como un campo de golf, cae sobre el grupo de formaciones de roca volcánica totalmente surrealistas, como un rompecabezas. Algo tan bello no pareciera ser el resultado de un fenómeno físico por más científico que suene. Por eso, se cuenta que Finn Mccool tuvo una desavenencia con alguien del otro lado del mar, el gigante escocés Bennandoner. Enfurecido, tomó pedazos de la costa de Antrim y los lanzó al mar. Las rocas crearon una senda por la que Fionn pudo cruzar y darle una lección a Bennandoner.
Sin embargo, Bennandoner era terriblemente más grande por lo que Fionn salió en retirada a toda velocidad, con el gigante pisándole los talones. Fionn se salvó finalmente gracias a la rapidez mental de su esposa, que lo disfrazó de bebé. Cuando el enojado gigante escocés vio el reducido tamaño de su contrincante, pensó que el papá debía de ser verdaderamente enorme y abandonó la lucha.
Para Eleanor Killough, del National Trust, la historia de Finn es cierta y lo que los lugareños creen: "A la gente que nos visita le mostramos las dos caras de la moneda, tanto el mito como la ciencia para que ellos decidan, pero la mayoría se marcha creyendo que esta es la antigua morada de un poderoso gigante".
La recorrida
A 3 km del pueblo de Bushmills, está el Centro de Visitantes e Interpretación de la Calzada. Hasta ella se puede llegar en auto, aunque es más atractivo seguir un sendero costero de 2 km que deja sentir la magia de este lugar, en el que habitan numerosas aves marinas.
El Centro no solo parece surgido también de lava volcánica sino que está construida con este material. En su interior, además de una cafetería, un restaurante y una tienda de recuerdos, también hay un pequeño museo que explica la formación de las columnas, la historia, las leyendas, los tipos de rocas que tiene el camino. La visita incluye una audioguía que va explicando el origen, las curiosidades y las formaciones.
En este paraje de espectrales acantilados y miles de columnas geométricas, el visitante se ve transportado a otro planeta. El camino pasa por la panorámica punta de Chimney Tops y deja ver rocas de nombres curiosos como El Arpa, Los Órganos, Los Ojos del Gigante y La Silla de los Deseos.
La excursión puede incluir las ruinas del castillo medieval de Dunluce, sobre una cresta a 7 km, y Bushmills, con pubs y destilerías, entre ellas Old Bushmills, que dicen es la más antigua del mundo, según la licencia otorgada en 1606, por el rey Jacobo I.
El Castillo de Dunluce parece flotar en las alturas y junto al mar como por arte de magia, como si en cualquier momento fuese a derrumbarse sobre las olas.
Hacia el interior, en Armoy, hay un sendero, the Dark Hedges, bordeado por hayas plantadas en el siglo XVIII que han crecido de un modo muy peculiar. Volviendo a la costa, cerca de Ballycastle, aparece el puerto de Ballington y, frente a él, la isla de Rathlin. Finalmente, los fans de “Games of Thrones” tienen visitas guiadas en uno, dos o tres días para visitar las locaciones donde se rodaron muchas escenas de la serie.