De esta casa de Colonia Anzures, México, quedó mucho en pie de su diseño de los años ’50 y se redefinieron zonas y ambientaciones con criterio actual en una gran maridaje creativo.
Se conservaron los pisos y la arcada originales y se diseñaron nuevas aberturas en metal. El mobiliario moderno acompañó con un diseño vintage.
Los 3 niveles de la casa se articularon con la escalera casi caracol, hecha en concreto y madera
El objetivo del proyecto fue reinterpretar las proporciones, atmósferas y motivos propios de los años ’50 cuando se hizo la edificación original del mismo modo que combinar la paleta actual con la preexistente. De la cocina se pasa al comedor en el exterior en el que los pisos de bizcocho de cerámica en patrón espigado otorgan un carácter casi colonial.
Bañera antigua y reciclada, grifería y bacha modernas más una resolución práctica del espejo y el vanitory del segundo baño. Mármol, madera y metal para armar el extenso vanitory y, volando, estantes de madera y creativa solución para el cielorraso con listones angostos de madera que aportan calidez. El dormitorio privilegia la luz natural y marca la convivencia en el mobiliario y los detalles de decoración de los ‘50.
Los techos altos permiten barras de colgado para la iluminación y le dan más espacio a los muebles de guardado. La cocina y el comedor dan a los patios. « Puerta vaivén y pasaplatos para dividir el sector cocina del comedor, que a su vez se extiende desde el living, y conectar todos esos ambientes con el exterior.
Para la terraza se optó por el relax y un espacio confortable para preparación de alimentos y tragos.