Ayuno simulado
Con 5 días por mes, reduciendo el consumo de nutrientes y sin abstinencia completa, se logra bajar de peso y ganar en salud y juventud.
Al doctor Valter Longo,director del Longevity Institute de la Universidad de California del Sur y profesor de Ciencia Biológica y Gerontología, se lo reconoce en el mundo como uno de los líderes internacionales en nutrición y envejecimiento. Eterno cuestionador de la
efectividad real de las dietas hipocalóricas clásicas, primero diseñó un plan de alimentación diaria bajo en proteínas y azúcares y rico en grasas saludables y alimentos de origen vegetal al que llamó The Longevity Diet (la dieta de la longevidad) y que demostró alta eficacia para perder peso y reducir la grasa abdominal, prevenir la pérdida de masa muscular relacionada con la edad y desarrollar resistencia a la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer y el cáncer. Luego, desarrolló la propuesta que le cambió la cara al ayuno: la Fasting Mimicking Diet (FMD) o dieta de imitación del ayuno ya que propone restringir el consumo de nutrientes pero no todos los días sino en cadenas específicamente organizadas.
Este plan se hizo famoso en el mundo por su accesibilidad que permite respetarlo y hacerlo sin tanto sacrificio.
Cómo funciona
Esta imitación del ayuno se basa en hacer 5 días al mes prácticamente de ayuno o con un consumo muy bajo de calorías. El resto de los días se puede comer de todo, sin excesos lógicamente. Durante los días de
ayuno, se privilegian alimentos que aporten vitaminas y minerales (sopas y caldos de verduras, agua, infusiones o té de manzanilla, barritas energéticas).
El primer día, la cantidad de calorías a ingerir será de unas 1000 kcal, reduciéndolas a 750 los otros cuatro siguientes.
Cuando este plan se probó, además del descenso de peso, los resultaros constataron que ayudó a reducir los niveles de colesterol malo y mejoró la presión arterial, entre otros beneficios.
Desde el punto de vista evolutivo, este formato de ayuno tiene mayor sentido que el prolongado y respetado por semanas. Los primeros humanos experimentaban carencias de alimentos con frecuencia, pero, aún en los momentos más duros, solían tener algo que llevarse a la boca y raro era el día donde no ingerían ninguna caloría. Aunque la caza fallara, recurrían a raíces o frutos con lo cual nunca pasaban temporadas largas sin comer.
Cada caso
Más allá de los beneficios generales sobre la salud, en cuanto a la reducción de peso, este plan contempla diferentes situaciones:
• Personas con obesidad y síndrome metabólico deberían realizarlo todos los meses.
• Personas con sobrepeso o factores de riesgo (alta presión arterial, niveles elevados de glucosa o colesterol), una vez cada 2 o 3 meses.
• Personas saludables y en peso adecuado, una vez cada 4 a 6 meses. Este tipo de ayuno:
• Promueve la pérdida de grasa ya que es bajo en calorías y fomenta el consumo de alimentos con una gran cantidad de nutrientes.
• Baja los niveles de colesterol por ser rica en grasas buenas estimulando el consumo de nueces y aceitunas
• Alivia la inflamación crónica que puede contribuir al desarrollo de varias enfermedades incluyendo la cardíacas, diabetes, cáncer y esclerosis múltiple. En un estudio con animales de 2016, los investigadores demostraron que una dieta que imita el ayuno podría prevenir eficazmente el daño a la vaina de mielina, que proporciona protección a las fibras nerviosas en la médula espinal y el cerebro. También redujo la severidad de los síntomas en un 20%, disminuyó varios marcadores inflamatorios y promovió la regeneración de la vaina de mielina.
• Disminuye la presión arterial y varios estudios demostraron también actúa sobre otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
Para el resto del tiempo en que no se ayuna, Valter Longo propone una alimentación equilibrada que, incluso, contempla versiones veganas y omnívoras.
Para el caso vegano, incluye suplementos de vitamina B12 y sustituye pescado, carne y huevos por vegetales proteicos.
La versión original omnívora admite como únicas proteínas de origen no vegetal las del pescado (2 o 3 veces por semana), excluye la carne roja y limita a excepciones la de ave y el huevo. Pueden sumarse abundantes carbohidratos complejos, como legumbres y cereales integrales, acompañados de verdura, fruta y frutos secos. Deben evitarse lácteos y azúcares y reducir a casi nada pan, pasta o arroz. Permite 2 copas de vino al día y 2 o 3 tazas de café. Además, da vía libre a grasas sanas como aceite de oliva y coco.