JARDINERÍA. Violeta de los Alpes
Es fácil de mantener, tanto en el jardín como en el interior de casa. Para disfrutar de sus coloridas tonalidades, esta planta solo precisa un riego moderado y cuidarla de las altas temperaturas.
Es una de las plantas más decorativas por sus hermosos colores: rosa, magenta, blanca o roja. Su momento de floración es a final del invierno, pero actualmente, gracias a las técnicas de viveros podemos disfrutar de ellas desde antes del otoño.
Como su nombre lo indica proviene de Persia y Oriente Medio y pertenece a la familia de las primuláceas.
Cómo tratarla
El follaje estampado y las flores muy perfumadas la convierten en una buena planta en maceta. Recomendaciones:
• El riego es aconsejable hacerlo por inmersión y no repetirlo hasta que la tierra vuelva a estar casi seca, ya que demasiados riegos podrían pudrirla. Podemos añadir el agua directamente a la maceta, evitando no encharcar el sustrato, por lo que si le ponemos un plato debajo de la maceta, una vez escurrida toda el agua, deberíamos tirar la restante porque es una planta sensible al exceso de agua.
• Abonar cada 15 o 20 días con algún abono rico en nitratos y potasio.
• Su mejor situación es ubicarla en el exterior ya que viven mejor con el frío que con el calor. No necesita muchas horas de sol, aunque dado que en otoño e invierno este no calienta demasiado, puede situarse al sol y de este modo adornará nuestras terrazas y jardines. Hay tiendas que la venden como planta de interior. En este caso debe situarse en un lugar luminoso y alejada lo más posible de fuentes de calor (estufas, radiadores) porque se pone "triste": las hojas se abren y las flores se caen. Entonces, es conveniente sacarla al exterior, pero la reparación es difícil y no volverá a estar igual que cuando la compramos.
• Al ser un tubérculo es una planta que puede durar varios años, ya que fuera de la época de floración se mantiene en reposo.
• Es recomendable entonces, una vez acabada la floración (cuando las flores y las hojas se secan y desaparecen), cambiarles la tierra, poniéndoles una mezcla de turba y tierra abonada para que quede esponjosa. Además, la debemos colocar en un lugar apartado y sombreado del jardín o el balcón esperando el momento en que "despierte", saque hojas y flores, para volver a colocar la maceta en un lugar visible a fin de disfrutar de ella, porque es una planta muy vistosa.