JARDINERÍA. Un jardín zen
Su origen está en los espacios que creaban los monjes budistas para favorecer la meditación. Podemos crear uno en casa para contemplar su belleza y disfrutar de la calma que transmiten
Serenidad, relax, paz… un jardín zen tiene la misteriosa capacidad de transmitir esas emociones. Podemos apreciarlos, por ejemplo, en el Jardín Japonés de Buenos Aires. Una buena idea es diseñar uno en nuestra casa. Te contamos todas las claves.
¿Qué es un jardín zen?
Se trata de un tipo de jardines de estilo japonés que se definen por su sencillez, sus elementos decorativos y por reunir una cantidad moderada de plantas. Su objetivo es recrear, en cierto modo, el paisaje japonés o, al menos, su esencia: valles, montañas, ríos y lagos.
Una de las características que definen a los jardines zen son las extensiones de arena, las rocas colocadas de forma armoniosa y la grava.
La cantidad de metros cuadrados que tenga el jardín no es una cuestión prioritaria. De hecho, un jardín pequeño puede ser más propicio que uno muy grande para este estilo de paisajismo.
Elementos que debe contener
Primero hay que establecer los límites que tendrá el jardín zen. Se pueden dejar afuera algunos rincones para crear zonas de estar con muebles de exterior, o la zona de la piscina.
Una vez delimitada la zona es momento de definir en qué parte irán los diferentes elementos.
Por ejemplo, limitar el perímetro donde irá la arena con madera o con piedras, para evitar que esta se desparrame.
Cubrir el suelo con una malla antimaleza para evitar que las malas hierbas rompan la armonía de la superficie.
Poner una buena capa de arena que cubra el suelo. Esta superficie se debe rastrillar de forma que se formen ondulaciones y curvas sinuosas que evoquen las olas del mar.
Existen otros elementos para recrear el diseño, como las rocas, la grava, el musgo o la hierba. Nunca recargar el espacio. Se deben incorporar los diferentes elementos sin abarrotarlo.
Para este tipo de jardines optar por las de fácil mantenimiento que no sean exigentes en su cuidado como el bambú, el musgo, los helechos, la azalea, el cerezo japonés, el arce rojo, etc.
También se pueden poner luces led, velas, farolitos, balizas para delimitar los senderos, etc. Lo importante es que la luz sea indirecta y tenue.