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LA PELOTA SE QUEDÓ SIN “EL PATÓN”

Murió Sebastián Viberti. El exjugador falleció ayer, víctima de una afección cardíaca. Tenía 68 años y fue profeta en tierra propia y ajena. Referente de Huracán y también del Málaga de España, donde una plazoleta y una calle llevan su nombre.

- Gustavo Farías gfarias@lavozdelin­terior.com.ar

La peleó con las mismas ganas que lo hacía en el campo de juego, pero esta vez, en lucha desigual, no pudo forzar un suplementa­rio. Su corazón, que ya había soportado tres infartos en los últimos 12 años, ya no tenía las mismas fuerzas. Sebastián Viberti, todo un personaje adentro y afuera de la cancha, se nos fue ayer con “juveniles” 68 años.

Estaba internado desde el lunes pasado en el Instituto Modelo de Cardiologí­a, a donde llegó aquejado por un fuerte dolor en el pecho. “Estoy en terapia con un problemita y ahí viene el médico. Te hablo después”, le contestó a este periodista ante un llamado de rutina. Lamentable­mente, esa respuesta nunca llegó.

“Doctor, por favor, quiero vivir”, le pidió después a Eduardo Conci, el médico que lo atendió, mientras su hijo Martín se hizo cargo de atender la infinidad de llamadas que comenzaron a llegar ni bien alguien tiró el alerta.

De estilo frontal, sin vueltas, siempre dijo las cosas sin medir consecuenc­ias, lo que le costó más de un dolor de cabeza, pero, a la vez, lo desnudó como un hombre honesto y de conviccion­es irrenuncia­bles.

En el fútbol no le quedó campo por explorar. Fue jugador, director técnico, dirigente en Futbolista­s Argentinos Agremiados y periodista, donde se desempeñó durante 15 años como panelista de Línea de 4, en el canal Showsport.

Había nacido en El Crispín (departamen­to Río Primero) el 22 de abril de 1944 y su carrera como futbolista lo vio consagrar su clase desde Talleres de Jesús María, donde comenzó a escribir sus primeros capítulos como volante central. Alto y de cabeza levantada, su juego era de desplazami­entos lentos pero con cerebral distribuci­ón.

En 1962 llegó a San Lorenzo para jugar en la Liga Cordobesa al lado de Julio Melián, Vicente Gambardell­a, Tomás Monserrat, Carlos Lacroix y dirigido por un “prócer” de la institució­n: Llamil Simes.

Ídolo en todas partes

Al año siguiente, Manuel Giúdice, un cordobés ex Huracán de los ’ 30/’40, lo recomendó al club de Parque Patricios, que lo adquirió en 800 mil pesos (5.700 dólares) y lo convirtió en ídolo. Con el Globito jugó entre 1963 y 1969 y se ganó la considerac­ión nacional.

Jim Lopes, entrenador de la selección argentina, lo convocó en 1967 para el equipo que disputó el Sudamerica­no de Montevideo, donde fue subcampeón al lado de Luis Artime, Rafael Albrecht y Raúl Bernao.

Pero sin dudas que lo más fuerte de su carrera lo hizo bien lejos del pago. En 1969 lo contrató el Málaga de España, con el que consiguió el ascenso a Primera en 1970 y se ganó una idolatría difícil de imaginar.

Allí se convirtió en referente indiscutid­o de su equipo y lo pretendier­on los grandes como Real Madrid y Barcelona, pero fue cotizado muy alto. Llegó a ser uno de los futbolista­s mejor pagos de la Liga española.

Él fue quien recomendó la contrataci­ón de otro cordobés, Carlos “Chupete” Guerini, que también alcanzó la consagraci­ón. “El Patón” se mantuvo en Málaga hasta 1974 cuando, ya disminuido físicament­e, pasó al Tarragona, penúltimo escalón de una carrera que se cerró en 1976, cuando regresó a Córdoba para actuar en Belgrano.

Con los celestes apenas jugó siete partidos por pedido de su técnico, Pedro Dellacha, que lo convenció a dejar de lado un retiro ya asumido.

Un DT especial

Como entrenador se inició en el club de Alberdi, en 1977, con una de las mejores campañas del club en torneos de AFA. Fue segundo en su zona, detrás de Independie­nte, que a la postre resultó campeón.

Allí cosechó una de las mejores anécdotas: “Pedí un ‘5’ con voz de mando, que grite, que me ordene el equipo en el medio. Hasta hice algunas gestiones para que ese jugador sea Carlos Pachamé. Pero la dirigencia me contrató a Carlos De Marta, que era sordomudo”.

Luego pasó por Huracán y también hizo su experienci­a europea en el club de sus amores, el Málaga, con el que repitió lo que hizo como jugador: en su primera campaña lo ascendió nuevamente al círculo superior. Con distinto éxito condujo luego a Talleres e Instituto, hasta que un infarto lo sacó del circuito.

Desde 1997 analizaba y polemizaba todos los lunes en el programa Línea de 4, que lamentará su aporte desde el perfil de la experienci­a y su inacabable anecdotari­o.

El fútbol argentino lamenta desde ayer la partida de uno de sus grandes exponentes. Se lo va a extrañar.

Sepelio. Los restos de Viberti son velados en Rafael Núñez 5857, desde donde hoy a las 11 partirá el cortejo hacia el Cementerio Parque del Sol, camino a Villa Carlos Paz.

 ??  ?? 1962. A los 17 años debutó con “los turcos” de San Lorenzo en la Liga Cordobesa. En la foto, junto a Carlos Lacroix.
1962. A los 17 años debutó con “los turcos” de San Lorenzo en la Liga Cordobesa. En la foto, junto a Carlos Lacroix.
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En Málaga. Ayer, en el Estadio La Rosaleda, se realizó un sentido homenaje anterior al partido del club ante Valencia.
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// FOTO: LA VOZ DEL INTERIOR Con Huracán. En 2009 sufrió en su casa junto a su esposa Julia con la campaña del Globito.

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