Nadie es profeta en su tierra
Idóneos, instruidos y maestros, capitalinos o del interior; forman el grupo de 20 DT cordobeses que están en el exterior y viven de su pasión.
“Nadie es profeta en su tierra, pero todos saben que estoy dispuesto a dar una mano, como ya lo hice”. En el momento del éxtasis por haber conducido al Santa Tecla de El Salvador a su primer liga Pepsi (un emprendimiento que cuenta con una gran inversión económica) y a seis meses de haber sido contratado, Ernesto Corti no dejaba de anhelar ese mismo triunfo, pero entre los suyos, en el lugar donde creció o se hizo gloria como le pasó en el 19 de junio de 1999, el día que ascendió con Instituto a Primera División ante Chacarita Juniors y en cancha de River Plate. Una fecha que luego se convirtió en el Día del Hincha de Instituto.
Hacia allá debieron viajar su esposa, Graciela y sus hijos Ernesto, Emiliano y Fabricio, para ver la posibilidad de la consagración que se terminó dando gracias a los dos goles de Sebastián Abreu para convertir el 1-2 parcial en el 3-2 ante Alianza en la gran final disputada hace ocho días.
La sensación del “Carucha”, que llegó a ser entrevistado para dirigir la selección de El Salvador, es compartida por muchos de sus colegas cordobeses que tuvieron nulas o pocas posibilidades en el medio (local o nacional) en el que se formaron, o no les gustó y debieron optar por irse directamente al exterior. Es más, algunos se radicaron directamente fuera del país desde hace años.
En total hay 20 entrenadores cordobeses, de los cuales hay varios que han ejercido como DT alternos, de inferiores, preparadores físicos (hay varios que tienen los dos títulos) o han sido managers. Mientras tanto, hay otros que esperan volver a dirigir en lo inmediato como es el caso de Carlos Bustos (jugó en Talleres, dirigió en el semillero y el primer equipo, gerenció a Belgrano y se fue a México donde llegó a dirigir Chivas), quien se desvinculó del Tapachulas hace algunos meses y debe aguardar el final de la temporada para vincularse a otro club.
A una selección
Con su “es fútbol, es vidaaaaa...” –una arenga que suele prodigar a sus jugadores y que se conoció cuando dirigió a Talleres en 2014 donde brilló en los ‘80 como jugador–, el villamariense Ángel Guillermo Hoyos llegó muy lejos: llegó, en agosto pasado, a ser DT de la selección de Bolivia y desde hace algunos días la cambió para ser el nuevo DT de la Universidad de Chile.
Se trata de un puesto que le ganó la pulseada a sus compatriotas Ariel Holan y Eduardo Coudet, para llegar al banco del club chileno, que la semana pasada despidió a Víctor Hugo Castañeda. “Hoyitos” arrancó como DT del Barcelona B, en la categoría juvenil, donde dirigió a Lionel Messi (“Me aconsejó y enseñó para llegar a la primera”, dijo “Leo”) , Gerard Piqué y Busquets, entre otros. También dirigió en Grecia, Colombia y Bolivia, donde estaba a la cabeza del Bolívar cuando aceptó ser el seleccionador del país andino.
En Talleres, tras no poder ascenderlo a la B Nacional, tuvo una charla en la que el presidente Andrés Fassi le habría dejado claro que le veía más potencial para ser embajador del Pachuca, el club que maneja el grupo del mismo nombre del que Fassi es su vicepresidente.
Como colaboradores
Josema y Fabián Bazán son hermanos, tienen 44 y 37, y son nacidos en Corral de Bustos y fueron campeones con el Dallas (hacía 19 años que no ganaba nada) al integrar el cuerpo técnico de Oscar Pareja como entrenador alterno