La necesidad del método
asa algo novedoso lejos de la escena cordobesa, en la que las redes sociales son albergues de los debates mundanos para los hinchas de Belgrano, Talleres e Instituto. En la “B”, la cuestión es por qué el DT Sebastián Méndez deja colgado a Lucas Melano, uno de los jugadores con chapa que no demostró en su regreso esa supuesta jerarquía. En la “T”, el tema es el futuro de “Bebélo” Reynoso y quién será el otro líder en el equipo que camina a la par del inoxidable “Cholo” Guiñazú. En la Gloria, el asunto es el mismo asunto desde hace 11 años: las razones por las que un equipo albirrojo no logra salir de la B Nacional; incluso cuando de sus inferiores, del predio La Agustina, brotan talentos (lo que mereció el informe que abre esta edición de
Mientras todo eso pasa, en Buenos Aires, donde “casi todo” pasa, Jorge Sampaoli está haciendo lo que hace rato nadie hacía en el fútbol argentino. Buscar un método, una palabra en desuso en el mapa de la Asociación del Fútbol Argentino. Una palabra sin sentido en tiempos de personalismos grondonistas y, después, en su traumática sucesión: con Luis Segura, primero; y más cerca en el tiempo, en el interinato sin poder concreto (el de Armando Pérez en la Comisión Revisora).
Se sabe, Sampaoli está sospechado de vende humo por el técnico de los últimos grandes logros del seleccionado, Carlos Bilardo, que cree que sus antecedentes en Chile y en Sevilla no hacen a la talla para que tome a la Argentina de Lionel Messi.