La pasión viaja en subte
Es como una ciudad debajo de otra ciudad. Por días, cuando un evento como la inauguración del Mundial colapsó determinadas zonas para el tránsito, uno toma conciencia de lo que significa en la gigante Moscú el metro, de por sí ya famoso porque está considerado el segundo mejor del mundo detrás del de Tokio. Esos vagones estarán atestados esta el final del torneo de hinchas y seguro se moverán de acá para allá camino a los dos estadios de esta capital rusa.
Desde que se arriba a Moscú se disfruta de esta vía de transporte a la que nadie exagera si la califica como impresionante. Se trata de una red extensa de túneles donde millones de personas se desplazan sin problemas. Por día, son 10 los millones de viajes que se realizan (es habitual que una misma persona haga cuatro, seis o más) a través de más de 200 estaciones y los 210 kilómetros de vía, un número que no paró de incrementarse desde que Stalin inauguró la primera línea en 1935. Hasta el día de hoy, las antiguas estaciones repletas de obras de arte (merecen una nota aparte) se combinan con aquellas modernas, como por ejemplo una de las recién inauguradas de la línea 4 y la circular 14, que permiten llegar hasta el estadio Luzhniki, el principal de Moscú. Y si hay estaciones con decenas de años y otras flamantes, lo mismo sucede con los subtes, algunos de los cuales no disimulan el paso del tiempo, aunque otros todavía La Voz del Interior
Córdoba.Miércoles20dejuniode2018
huelen a nuevo.
Los aparatos móviles son el principal entretenimiento que tienen los usuarios (de 10, seis viajan con la vista puesta en la pantallita), aunque todavía se ven lectores que aprovechan el tiempo para estudiar o leer un libro, sin importar qué suceda al lado y que cientos de personas suban y bajen de los vagones en un continuo ejercicio de desembarque y embarque de gente que ya se mueve de memoria en esos túneles. En caso de quienes aún se están habituando se cuenta con información clara y mapas de adónde se dirige cada color y número, y las conexiones que se pueden realizar.
A medida que los metros llegan, las escaleras, por lo general mecánicas (algunas con más de 800 escalones que van girando), sacan personas desde las profundidades como si fueran hormigas, una detrás de otra, al tiempo que otras tantas bajan apuradas para ganar segundos, aunque en la mayoría de las líneas los trenes no demoran más de dos minutos entre uno y otro. Por estos días, todo está custodiado al máximo y cualquier persona que quiera ingresar con un bolso, mochila o cartera grande tendrá que someter esas pertenencias al escáner. En esas razones de seguridad habría que encontrar los motivos por los cuales es bastante difícil ver basureros en los pasillos, en los andenes y en los sectores que conectan una línea con otra.
Por estos días, esos subtes se llenarán de pasión futbolera, en donde los hinchas de cualquier país seguro desbordarán los vagones en un espectáculo inigualable que, por ejemplo, ya se vivió en mundiales anteriores. La ilusión es que esos vagones se llenen de argentinos el domingo 15 de julio. El día de la final del Mundial. Ojalá lleguemos.
TODO ESTÁ CUSTODIADO AL MÁXIMO Y CUALQUIER PERSONA QUE QUIERA INGRESAR CON UN BOLSO, MOCHILA O CARTERA GRANDE PASA POR UN ESCÁNER.