A La Tablada lo salvó “el disco” ante Jockey CC
En el Bosque, el local había sacado una luz ventaja, pero sobre el final el hípico capitalino lo puso en aprietos.
Pese a que no son muchos los que logran interpretar la jerga turfística por razones obvias, bien valdría arriesgar que ayer, al equipo de La Tablada, lo “salvó el disco”. Esto, en un literal romance burrero, se resumiría así: es cuando un ejemplar viene cortado en la delantera y, a metros del disco, tras una atropellada tan feroz como medida, a su perseguidor le faltó un salto para taparlo en el disco. Y esto, más o menos, es lo que sucedió en El Bosque, ya que más allá de haber protagonizado un partidazo con su par del Jockey Club Córdoba, si el zurdazo de Santiago Jara hubiese ingresado entre los palos, el empate hubiese sintetizado lo que ambas escuadras ofrecieron a lo largo de los 80 y pico de minutos de juego.
Pero también por aquello que “partidos son partidos” y gana quien más puntos anota, es que el conjunto azulgrana se llenó la cara de risa no bien el silbato del árbitro Martín Pettina sonaba por última vez y el marcador le favoreciera tan sólo por 33 a 31. Razón de más para entender el porqué de la explosión de alegría que se produjo del lado de los dueños de casa, y de clara desazón que, seguramente, le brotaba del pecho al conjunto visitante.
Algo que, lógicamente, lograrán superar durante la semana, pero que mientras tanto les dolió en lo más íntimo de su ser.
Pero más allá de este detalle no menor, tampoco se debería obviar todo lo bueno que produjo éste equipo durante los primeros minutos de juego. Porque se paró prolijo, ajustándose al libreto que lleva en su ADN hace ya 70 años, permitiéndole ser protagonista exclusivo del clásico cuando corrían tan solo un minuto y 30 segundos con el try de Facundo Alemanno. Que luego amplió con un penal de Gregorio Damia y el primer try de Luciano González para ponerse 15 a 0 arriba.
Fue luego del segundo try de “Lucho” (en cuyo orillo decía Made in Pumas seven por la for- ma en que se filtró entre un rosario de brazos) que el hípico capitalino entró en partido. Es que pese haber presentado sus credenciales con el try de Adrián Issola, la fuerza de su pack y la necesidad de demostrar que no habían ingresado para ser protagonistas, hizo que el margen de error fuese mínimo, tanto como para justificar porqué el parcial cerrara 22 a 19, producto de los tries marcados por Marcos Perea con el corazón y el de Marcelo Blanco luego que éste dibujara un jeroglífico a mano alzada y más cintura de Nicolino Loche.
Es probable que fue allí en que Jockey aprovechó el envió para ponerse al frente. Porque fue a los cinco minutos de reiniciado el juego, cambió penal por scrum en las “5” para forzar a Pettina que cobrara try penal tras ceder la resistencia azulgrana.
Una defensa que logró reordenarse con el correr de los minutos, forzó al error y con el segundo try de Alemanno y la puntería de Damia le alcanzó como para contener con lo justo la atropellada rojiblanca.