El objetivo charrúa está cerca
Uruguay está disputando la fase clasificatoria del Mundial de China 2019, que ahora se disputa con el mismo sistema del fútbol, con fechas Fiba, y aún quedan cuatro fechas en dos ventanas de competencias por disputarse.
–Hasta ahora los números y los resultados dan para ilusionarse y soñar con esa chance. Quedan cuatro partidos contra tres rivales, dos con Puerto Rico, Estados Unidos y México, y a México ya le ganaron.
–Sí, pero yo no me permito hacer esas cuentas. Como dicen en el barrio, los deberes los tenemos que hacer nosotros y jugar lo mejor posible para poder ganar. El más importante es el próximo juego ante Puerto Rico en Montevideo.
–¿Vas a vivir en Uruguay?
–No. Hemos compatibilizado viajar la cantidad de días que sean necesarios porque se debe parar la competencia local, convocar a los que están en el extranjero y tener unos días de entrenamientos para encarar los juegos.
–¿Cómo ves el básquet de Uruguay en esta época?
–Indudablemente, allá el primer deporte es el fútbol, el patrón que capta miradas y apetitos. Argentina por estructura deportiva, Brasil por número de jugadores, no por estructura, son superiores. Pero los uruguayos disfrazan todas esas desventajas con otras características. Su entrega, su lucha, su coraje, su sentido de pertenencia... son envidiables.
–Sobre todo en estas circunstancias en las que hay que poner el alma para clasificar.
–Es un factor sumamente importante, pero con eso solo no se gana. Hay que jugar bien. No es sencillo, pero hay talento. Lo imposible cuesta un poquito más, pero lo podemos lograr.