Mundo D

La tercera fue la vencida

El día “D” para el exnadador fue su victoria en la etapa Berlín del Circuito Mundial de pileta corta en 2003. Fue un premio a su perseveran­cia.

- María Eugenia Mastri mmastri@lavozdelin­terior.com.ar

“Persevera y triunfarás”, dice el dicho. Y José Meolans lo tomó al pie de la letra para construir una carrera deportiva plagada de logros. El nadador cordobés fue el primer argentino en bajar los 50 segundos en los 100 metros libre (49m86s) cuando tenía 17 años; fue cuatro veces olímpico y ganó entre otras tantas medallas las de oro en los 50 metros libre del Mundial de pileta corta de Moscú 2002 y en los 100 libre de los Juegos Panamerica­nos de Santo Domingo 2003.

Sin embargo, el día “D” de su carrera deportiva no es uno de esos hitos que asoman en la biografía acotada del “Tiburón”. Incluso a sabiendas de que “lo más destacado, lo mejor, estaría en Moscú en 2002”, José viaja hasta Berlín 2003 para encontrar ese momento que lo marcó. Y lo decide así porque le dejó una enseñanza. ¿Cuál? “El valor de la perseveran­cia”, afirma.

“Yo sabía que en algún momento se tenía que concretar. Tenía que ser realmente paciente porque se me iba a dar”, dice ahora, con la convicción que lo llevó a ganar, en su tercer intento, los 100 metros libre en la etapa Berlín del Circuito Mundial de pileta corta de 2003.

Apenas 8/100 lo separaron a José del triunfo en su primer intento y fueron 3/100 las que lo dejaron con la medalla de plata en el segundo. Pero en el tercero, con un tiempo de 47s32 pudo por fin mirar desde lo más alto del podio al holandés Pieter van den Hoogenband (47s37) y al argelino Salim Iles (47s55).

Un triunfo en la catedral

Meolans compara la fecha de Berlín con lo simbólico de Wimbledon para el tenis. La localizaci­ón europea y la fecha del año en la que se corría (enero) hacían de la cita alemana una de las más importante­s del Circuito Mundial por el nivel de sus participan­tes.

Nombres como los de Michael Klim, Jason Lezak y Alexander Popov figuran en los podios que ocupó José en esa prueba, que volvió a ganar en 2004. “Por todo eso, Berlín era para mí la capital de la natación. Así la nombrábamo­s en ese entonces”, recuerda.

Y él quería su triunfo. “Las primeras dos veces no lo conseguí por muy poco, pero yo sabía que en algún momento se me tenía que dar. Y cuando se me dio, también fue ‘por nada’. Pero era algo que venía esperando y tenía ganas de concretarl­o. No podía ser que siempre perdiera por tan poca diferencia”, repasa el exnadador y reconoce que cuando le “tocó ganar” sintió “internamen­te que ese podía llegar a ser el momento”.

Sueños de final

Pese a su firme deseo de obtener un triunfo en Berlín, Meolans encaró su tercera participac­ión en la prueba sin presiones. El cordobés disfrutaba mucho el lugar porque las sensacione­s, a pesar de haber salido dos veces segundo, eran buenas cuando nadaba. Se sentía bien, lograba marcas “realmente muy buenas” e “iba ya predispues­to a hacer algo bueno”.

“Desde ese punto ya el lugar me generaba confianza y me ponía bien. El nivel de competenci­a era alto y todo eso me generaba adrenalina. Me gustaba ir ahí. Amén de esos dos primeros resultados”, admite.

Si repasa la historia, encuentra en la puesta a punto para ese torneo la razón de su victoria. “En 2003 llegamos más descansado­s; mejor en la puesta a punto porque en las anteriores habíamos estado en una etapa del entrenamie­nto un poco más intensa. Y como en 2003 habíamos planteado buscar el récord del mundo de 100 metros, se trabajó sobre eso”, remarca.

Pero ese descanso en su línea de trabajo no encontró eco en la competenci­a, ya que en Berlín las eliminator­ias eran a la mañana (como ocurre por lo general), pero las finales eran muy temprano. “¡A las 14! Y era enero, con lo cual en Berlín a las 15 ya era de noche. Siempre la idea era competir, volver y descansar. Pero nunca pude. Pensé permanente­mente en la competenci­a de la tarde. Me puse a planificar la prueba, que esto, que lo otro... Con lo cual el descanso no fue de dormir. Nunca pude conseguir el sueño”, recuerda. Pero poco le importó después, cuando consiguió lo que buscaba desde 2001.

EL LUGAR ME GENERABA CONFIANZA Y ME PONÍA BIEN. EL NIVEL DE COMPETENCI­A ERA ALTO Y TODO ESO ME GENERABA ADRENALINA.

 ??  ??
 ?? (AP / ARCHIVO) ?? De oro. Después de ganar en Berlín, Meolans se consagró campeón panamerica­no en Santo Domingo.
(AP / ARCHIVO) De oro. Después de ganar en Berlín, Meolans se consagró campeón panamerica­no en Santo Domingo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina