Belgrano y una floja despedida
La “B” perdió con Lanús y se despidió de la máxima categoría. Un equipo sin alma, que nunca estuvo a la altura de lo necesitado, se despidió jugando mal y sin rebeldía.
La última imagen, la de los jugadores de Belgrano haciendo volar sus camisetas transpiradas a la tribuna visitante semivacía y ya sin banderas celestes, luego de haber estado poblada por 2.000 entusiastas hinchas piratas, tuvo mucho de pedido de disculpas. Y de paralelo agradecimiento por tanto a cambio de tan poco.
Siete años, 9 meses y 26 días luego de aquella gesta imborrable del 26 de junio de 2011, la tarde en la que el Celeste subió a Primera y mandó al descenso a River en pleno estadio Monumental, pasaron para que la “B” cerrara su más extenso recorrido por la máxima categoría del fútbol argentino.
Y lo hizo con una derrota por 2 a 0 ante Lanús que lo eliminó de la Copa de la Superliga y con actuación acorde a este desafortunado proceso de tres años largos que terminó con un descenso que costará asimilar. El equipo que dirigió de manera interina Julio Constantin no pudo defender la diferencia de un gol que había acumulado hace una semana en el Gigante de Alberdi y
cayó sin haber dado el último grito de rebeldía. Acaso el que más se esperaba a la hora de la escena final.
“Habíamos generado una expectativa linda con la gente después de haber ganado la semana pasada como locales y creo que hoy (por ayer) la defraudamos”, reconoció Constantin, el único con ánimo para hablar con los periodistas tras la caída y la eliminación. “Tuvimos un buen comienzo en los primeros 10 o 15 minutos, pero cuando Lanús empezó a tener supremacía en el partido, ya no pudimos encontrar el rumbo. La idea no era venir a defender el gol de diferencia porque no tenemos jugadores para hacerlo y llegamos bien anímicamente, pero comparándolo con el sábado pasado, el equipo no tuvo la intensidad que necesitábamos”, admitió el circunstancial entrenador.
Para algunos que pese a todo quieren ver lo positivo dentro de lo negativo, es bueno que Belgrano haya dado la última vuelta de página de su experiencia en Primera. Entienden que seguir en esta nueva copa era un espejismo que distraía del primer gran objetivo: apuntar ya mismo la mira en elegir el cuerpo técnico que deberá armar el plantel competitivo para regresar a la A en la próxima temporada. ¿Será Ricardo Zielinski ese hombre? ¿O se buscará a un DT que esté dirigiendo actualmente en la categoría? Aunque finalmente no sea el elegido, ¿se le pedirá algún nombre al “Ruso” que durante tanto tiempo ha conocido como la palma de su mano las ásperas canchas del ascenso?
“Al único equipo del Nacional B que ‘el Ruso’ podría venir sería Belgrano porque siente que es su casa, pero todavía es muy prematuro hacer especulaciones”, dijo Constantin, quien reconoció que habla a menudo con Zielinski pero que nunca tocó ese tema. “Si es lo mejor para el club que vuelva, volverá y sería un honor integrar su cuerpo técnico, pero no me parece que sea el momento de andar haciendo este tipo de especulaciones”, comentó el DT interino.
Mientras, a sus espaldas, los jugadores se iban por última vez de un vestuario de Primera División. En silencio, con la cabeza gacha y con la certeza de que muchos de ellos jugaron ayer su último partido con la camiseta del club de Alberdi. Algunos, como el uruguayo Christian Almeida y el paraguayo Juan Patiño expresaron su voluntad de permanecer en el club. Otros será casi imposible que continúen y algunos no están en los planes de los dirigentes.
Será largo, inacabable, el receso. Belgrano no tendrá actividad oficial hasta agosto (salvo la Copa Argentina), fecha en la que se prevé el comienzo del próximo campeonato de la B Nacional. O sea, estará inactivo tres meses largos. Pero hay mucho trabajo para hacer en este tiempo: hay que depurar el plantel, armar uno nuevo y contratar el próximo DT. La tarea es inmensa. Y no reconoce margen de error si se quiere que dentro de un año, la “B” esté celebrando un regreso a Primera que ya desde ayer es la obsesión de todo el ambiente celeste.