UP IN THE AIR
No es un pájaro, un avión, ni Superman... es la novedad del mundo del aircraft y los motores futuristas. Se llama Skai, su combustible (ecológico, obvio) es el hidrógeno y promete ser el vehículo del futuro.
¿Alguna vez soñaste con tomarte un taxi volador para evitar la congestión de tránsito? Bueno, aunque quizás no lo hayas soñado, se está por volver una realidad. Alaka’i Technologies, una startup de Boston, presenta su última creación: Skai. No es un avión ya que tiene una hélice superior y despegue/aterrizaje verticales; no es un helicóptero ya que no posee rotor de cola; tampoco es un dron ya que puede llevar personas o carga... Es la nueva generación de vehículos voladores.
Su tecnología de avanzada permite una conducción en remoto y también autónoma; aunque el mundo actual todavía no está preparado para la circulación de vehículos autónomos, así que por el momento se manejará con un piloto abordo. El innovador diseño está perfectamente equilibrado: ni muy futurista ni muy minimalista. Posee seis rotores que se ramifican (cuatro puntales en la parte trasera y dos en la parte delantera) y están posicionados de forma tal que se minimizan los efectos de ruido y vibración dentro de la cabina. La lujosa experiencia de vuelo demuestra que todo está perfectamente pensado para un
viaje premium: los cinco pasajeros (piloto incluído) disfrutan de vistas panorámicas de 180°, asientos ergonómicos de cuero con cargador para celular e iluminación ambiental.
Uno de los conceptos clave que inspiró la construcción de Skai es ‘simplicidad’, desde su diseño minimalista (pensado para que todo funcione y no solo adorne) hasta la ingeniería inteligente libre de complejidades innecesarias. Los creadores de Skai
sostienen que solo la simplicidad puede resolver los desafíos más complejos de la actualidad y por eso crearon un transporte práctico para todos.
Esta simplicidad también está orientada a la seguridad del vehículo: elimina posibles puntos de falla, al tiempo que optimiza y realiza copias de
seguridad de los componentes críticos. ¿El resultado? Una ingeniería confiable y tolerante a fallas. Para mayor seguridad, incluso cuenta con un sistema de paracaídas Cirrus Airframe. Nada puede salir mal. Aunque la verdadera novedad viene por dentro:
Skai usa una fuente de energía realmente limpia de principio a fin. El hidrógeno es la solución energética global más limpia, ofreciendo la huella ambiental más baja de cualquier combustible en el planeta.
Las celdas de combustible de hidrógeno de Skai se pueden reutilizar en un 95%, y el 5% restante se puede reciclar en un 99%. Es parte de un ciclo de vida ecológicamente positivo que se acerca al impacto cero con cada generación (y su única emisión es ¡agua pura!).
Con emisión cero, sería el transporte perfecto para viajes diarios. El diseño avanzado y simple de Skai se puede producir de manera eficiente y en grandes cantidades, haciendo que Skai sea más asequible para todos. Los gerentes de Alaka’i aseguran que su precio será mucho menor de lo imaginado, lo que hace que los beneficios también aumenten, reduciendo el tráfico y la contaminación, y mejorando nuestra calidad de vida. La idea es brindar transporte simple y accesible para múltiples usos: taxi aéreo, transporte de carga, viajes privados, ambulancias aéreas y servicios de emergencia, entre tantos otros. Y lo veremos por los aires en un futuro no muy lejano... ¿Están listos? Estamos llegando al futuro del que tanto soñábamos.