Raúl Martínez, en la matriz del comercio de cosmética.
Es uno de los pocos comercios de Córdoba con 90 años de vida. Cómo es su estrategia para crecer en un segmento con fuerte competencia.
Con 90 años, Bertoldi es uno de los negocios más antiguos de la ciudad de Córdoba y reconocido por las peluquerías del interior del país, pero en los últimos años experimentó un verdadero crecimiento de la mano de la segunda generación de su actual dueño, Raúl Martínez.
–Aunque lo confundan con Bertoldi, ¿nunca quiso cambiarle el nombre al negocio?
–La empresa comenzó hace 90 años, y yo la compré hace 47. Luis Bertoldi había fallecido, tenía un hijo que entonces era estudiante de abogacía y hoy es un gran abogado, pero no le interesaba mucho el negocio. En ese momento tenía intenciones de cambiarle el nombre, porque no era lo más adecuado para una perfumería.
–¿Pero...?
–En aquella época eran muy poquitas las perfumerías de cierta trascendencia en Córdoba. Resulta que yo iba a Buenos Aires, como Raúl Martínez, y las puertas se me cerraban en todos lados. En cambio, nombraba a Bertoldi y ahí me decían: “Pase, señor”, debido a los
UNA DE LAS CLAVES ES TENER GENTE MUY PRE PARADA PARA LA VENTA. ACÁ ES MUY IMPORTANTELA ATENCIÓN PERSONALIZADA.
antecedentes que él tenía como comerciante.
–¿Usted venía del rubro comercial?
–No, yo había estudiado y estaba relacionado con la química y conocía algo de esto de la cosmética. Comenzamos con dos empleados y fuimos creciendo hasta transformarnos en una empresa importante. Dentro de este rubro, debe ser la más importante del interior del país. Hoy contamos con 16 locales, no sólo en Córdoba, sino también en Catamarca y en La Rioja. Además, tenemos la academia en cinco sucursales.
–¿Cuándo se dio el salto en el crecimiento?
–El gran progreso fue en los últimos años, con la nueva generación. La empresa está formada por un grupo de gente muy competente. Tengo a mi yerno Gastón Gamboa, a César Reviglio y a mis hijas. En conjunto hemos logrado que se transformara en una compañía muy requerida, sobre todo para las marcas internacionales.
–¿Cuál diría que es la clave para crecer y destacarse así?
–Una de las claves es tener gente muy preparada para la venta. Acá es muy importante el asesoramiento. No es como en los grandes locales, donde uno va a la góndola, saca un producto y se lo lleva. Tenemos una atención personalizada y esa es una de nuestras preocupaciones.
–Veo que tienen varios rubros de productos de belleza ¿Alguno se destaca?
–El de la peluquería es el más importante, y sigue creciendo. No sólo para los profesionales, sino también para el público en general. Hoy la gente quiere comprar para su casa lo que usa el peluquero. Va a la peluquería, ve que utilizan ciertos productos que no son masivos y no se ven en cualquier lado, y quiere adquirirlos. Por eso, nuestros locales tienen mucha afluencia de público en general.
–O sea, ustedes no compiten con los súper o con los hipermercados.
–No, para nada. Los productos masivos casi no los vendemos. Es un negocio más dedicado al asesoramiento. Este rubro, como muchos otros, se va especializando. Acá hay productos específicos para cada cosa.
–Se nota que hay investigación aplicada a los productos de belleza.
–Los laboratorios tienen bien dividida su parte dedicada al público y su línea para el profesional. Son productos un poco más caros, pero de mayor calidad, más específicos. Hoy hay un champú distinto para un montón de cosas. Los laboratorios invierten mucho en publicidad. Todos los años sacan líneas y productos nuevos.
–¿El mercado de la cosmética tiene mucha competencia?
–Sí, y las empresas tienen que esmerarse en que sus productos sean bien recibidos, dando un buen asesoramiento, atención al cliente, calidad. Antes eran muy pocas. Yo fui varias veces a una exposición que se hace en Bolonia, Italia. Es la feria más importante del mundo del sector; están todos los laboratorios, presentan sus productos y ahí se marca mucho lo que va a ser la moda.
–Europa marca la tendencia...
–La primera vez que fui, había 40 o 50 empresas importantes, alemanas, inglesas, francesas, italianas. Yo contaba que en Argentina había tres o cuatro y allí eran 25 que se peleaban por el mercado. Hoy, en Argentina hay 25 y en el mundo superan las 200.
–¿Argentina tiene buenos laboratorios?
-Sí, hay muchos locales y otros que son extranjeros. Algunos son regionales y fabrican un poco en el país y otro poco en otros lugares. Están todas las marcas más conoci- das, como L’Oreal, Alfaparf, Revlon, Wella, Biferdil. Y hace varios años lanzamos Tone Vitae, una marca propia de productos profesionales de peluquería.
–¿Cómo comenzaron con la academia?
–Hace unos ocho años inauguramos la escuela de cosmética y peluquería como un complemento de la venta de los productos profesionales. Los jóvenes estudian, se capacitan, necesitan asesoramiento y también los productos. Está creciendo mucho y ya empezó a rami- ficarse hacia Catamarca y La Rioja.
–Después de casi medio siglo, ¿cuáles son los planes para la empresa?
–Siempre tenemos como objetivo el crecimiento, de a poco, sin arriesgarnos demasiado. El año pasado abrimos en el Cerro de las Rosas, y para este año ya tenemos algunos lugares en las Sierras y en la ciudad (por la Capital). Además, empezamos a incursionar en Cuyo. Pero ya voy dejando a mis hijas y a mi yerno que se ocupen ellos y lo hagan crecer.