Un señor bagel en Nueva Córdoba
Cómo es el formato de un negocio que usó “crowdfunding” para arrancar, se estructuró como sociedad de acciones simplificadas y sueña con franquicias.
El bagel es un pan típico de las panaderías y pastelerías estadounidenses, sobre todo neoyorquinas. Y ahora también asoma en Nueva Córdoba (el principal barrio estudiantil de la capital provincial) de la mano de tres amigos cordobeses –Iván Krupik, Ariel Méndez y Ariel Guitman–, quienes gestaron Mr. Bagel.
La propuesta combina el sabor característico de los bagel con salsas de tradición oriental, entre otras opciones, para armar una especie de sándwich diferente y hecho a medida.
Para sus fundadores, el valor agregado está en la originalidad y ya piensan replicar el modelo mediante franquicias. Es que los interesados aparecieron a poco de abrir el local, pero no hay fecha cierta para incursionar en ese proyecto, ya que la prioridad actual es acomodarse a la demanda y consolidar el producto.
De Europa a “la Docta”. El bagel llegó a ciudades como Boston y Nueva York en el siglo 20, traído de Europa por inmigrantes que dejaban el viejo continente tras la Segunda Guerra Mundial.
Mr. Bagel abrió en Córdoba meses atrás, luego de que Iván Krupik, uno de sus creadores, participara de un programa de liderazgo comunitario en la organización internacional Olami para generar impacto en la comunidad local.
El proyecto contó con el mentoreo de Isaías Goldman y de numerosos integrantes de la comunidad judía de Córdoba, que apoyaban un emprendimiento como este en la ciudad y colaboraron con donaciones en un crowdfunding (financiamiento colectivo) cuyos resultados Olami duplicó.
También se involucró el Estudio Contable Guitman y Asoc., que creó la sociedad por acciones simplificada (SAS) que incluye a los tres fundadores. El proceso legal llevó apenas un mes y medio y tanto habilitaciones como empleados estuvieron en regla desde el primer día.
Aprender de los errores. “Ninguno de nosotros venía del rubro gastronómico y nos centramos primero en lo estético”, explica Guitman. El resultado fue una cocina que no se adapta a la demanda y que resultó muy diferente a la que proyectaban.
Los socios están en busca de un inversor o fondos semilla para conseguir los 350 mil pesos que necesitan para una infraestructura que les permita ampliar la capacidad de producción.
El valor de pegar primero. La oferta es la primera en su tipo en Córdoba. Los productos son frescos, de elaboración y consumo diario, y no se utiliza carne, lo cual invita a vegetarianos a consumir.
Además, el bagel se fabrica con ingredientes aptos para la dieta vegana, y más adelante sumarán opciones para celíacos. Mr. Bagel también tiene certificación kosher (alimento permitido según la Halajá o Ley Judía). “Pueden venir a comer personas de cualquier país del mundo que comen kosher por primera vez a Córdoba y sentarse en un bar a consumir cualquiera de las opciones que se ofrecen en el lugar” explica Guitman.
“Nuestra publicidad en Instagram está especialmente dirigida a turistas extranjeros, porque ya conocen el producto y tienen la costumbre de dejar reviews y recomendaciones en redes sociales y en sitios como Yelp o TripAdvisor”, agrega.
El otro lado de ser “kosher”. La certificación presenta desafíos que impactan en forma directa en las ventas. Por ejemplo, Mr. Bagel cierra sus puertas 17 días más que otros locales del rubro, respetando festividades y conmemoraciones en las que la Halajá dictamina que no se debe trabajar. Ese costo se sortea con un fuerte consumo de empresas con oficinas en los alrededores, con las que realizaron alianzas y convenios de descuentos y promociones.
También con una clientela fiel de jóvenes que trabajan en espacios de coworking, en su mayoría desarrolladores de software que tienen clientes del extranjero y hacen cortes en horarios en los que ya no se consigue comida tan fácilmente, y menos aún una opción saludable.