Las venas abiertas de la transformación digital
Jesús Moreno Sosa, de la filial local de McKinsey, analiza cómo impactan las nuevas tecnologías en los servicios.
En la Argentina, las industrias de servicios son las que llevan la delantera en materia de transformación digital.
“Tiene activos y capacidades que lo potencian para ser un país naturalmente de avanzada”, explica Jesús Moreno Sosa,
partner de McKinsey & Company Argentina.
Con el mundo desarrollado, la brecha es grande; mientras que con respecto al resto de los países latinoamericanos, la situación se revierte.
Según el análisis de la consultora de la cual forma parte, nuestro país ocupa el segundo lugar en Latinoamérica en materia de incursión en lo digital.
“En Argentina ya hay empresas que capturan alrededor del 20 por ciento de sus clientes en entornos digitales, como también existen compañías que son 100 por ciento digitales”, sostiene.
Sin embargo, cree que aún se trata de un estado incipiente que da para muchísimo más. Transformación por objetivos. Hay tres grandes tipos de cambios. Unos consisten en realizar en forma digital procesos que antes se hacían en forma manual, como abrir una cuenta bancaria o emitir una póliza de seguros. Otros apuntan al marketing y al entorno digital como canal de ventas. Por último, se trata de comenzar a utilizar técnicas avanzadas de analítica basada en big data.
Impacto inmediato. La velocidad a la que hoy se generan y almacenan datos no tiene precedentes. La cuestión radica en que en la misma magnitud toda esa información se desaprovecha.
“Tenemos que contar con tecnología para usarlos y algoritmos para interpretarlos. Lo más importante y desafiante es implementar los resultados”, señala.
Como casos de éxito en big data, Moreno Sosa menciona la prevención de fraude en el rubro de los seguros. “Trabajamos con compa- ñías que ya cuentan con un montón de información que rápidamente se traslada a algoritmos y probabilidades”.
Las trabas llegan a la hora de lograr que la metodología sea aceptada por toda una red de comercialización y todos los productores, pero el impacto económico es inmediato y permite invertir en más tecnología.
Otros ejemplos exitosos son perfiles de riesgo crediticio y la elaboración mediante algoritmos de la mejor oferta de servicios bancarios para un cliente específico.
Nuevos modelos de negocios. Existen compañías que son totalmente digitales y que van a atacar el negocio tradicional.
Wanap, por ejemplo, es el primer banco digital con aprobación del Banco Central. “Los primeros en tomar estas iniciativas, que también consisten en el desarrollo de plataformas sin precedentes, serán casos del llamado winnertakes-all”, explica.
Por último, veremos una competencia feroz entre gigantes tecnológicos –como Google, Amazon o Facebook–, entrando en negocios que antes sólo estaban reservados para los players tradicionales. “Basta pensar en Alibaba, que pasó de ser un e-commerce a un ecosistema entero”, concluye Sosa Moreno.
Cada uno a su ritmo. Las industrias de medios, la bancaria, la manufacturera o la energética; entre otras que menciona el consultor, son de las primeras en tomar la delantera.
Luego, la urgencia por transformarse depende en gran medida del objetivo de negocios que haya por detrás de cada empresa. “En cualquier industria que uno lo piense, el potencial es enorme”, resume.
HAYGIGANTES TECNOLÓGICOS, COMO ALIBABA, QUEPASARON DESERUNE-COMMERCE AUNECOSISTEMA ENTERO.
TENEMOSQUECONTAR CON TECNOLOGÍA PARA USARDATOS, ALGORITMOSPARA INTERPRETARLOS, Y TENERRESULTADOS.