Negocios

Cómo quedó la economía y qué hay por delante.

- Daniel Alonso Al margen dalonso@lavozdelin­terior.com.ar

Los mismos mercados que en el frío de mayo nos levantaron de madrugada y nos subieron, medio dormidos, a cabalgar sobre un dólar desbocado, ahora nos palmean la espalda, tras el primer desembolso del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) y el regreso a la categoría de “emergente” en la tabla de Morgan Stanley Capital Investment (MSCI).

Al final de los argumentos técnicos, cualquier broker diría que esto es típico de la bipolarida­d que caracteriz­a a los inversores, tan volátil como la confianza que genera la Argentina.

Como sea, el interrogan­te es saber si esta nueva ola alcanzará para surfear el maleficio de los años pares que domina a la economía en la última década, un embrujo que habíamos dado por superado cuando el año todavía estaba en pañales.

Es cierto que había señales alentadora­s, que por estos días se ratifican con los datos de actividad del primer trimestre. Pero sólo sirven para los folios del Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos (Indec). Son de otro país.

Los puristas se mantienen estoicos. Si al final del año la aguja está por encima del cero, vale. Y si se acerca al uno por ciento, recontra vale.

Pero al cuerpo hay que verlo caminar. No se le pueden pedir milagros al nivel de actividad después de más de un mes con la fiebre de las tasas de interés por arriba de 40 grados.

Por más que le metan antibiótic­os a raudales, no va a salir a correr apenas se levante. Y afuera sopla el viento de un dólar que, todo indica, quedará en esa velocidad y bajo nuevo techo psicológic­o: el de los 30 pesos.

Pasado el sacudón, ese cuerpo no sólo tiene que terminar de asimilar el golpe y adaptarse al nuevo clima. Además de volver a recalcular todo lo que proyectó para este año (que ya no se cumplirá), está obligado a acomodar las expectativ­as al impacto del protocolo de compromiso­s que firmamos con el FMI para tener asegurados los dólares que no somos capaces de atraer en forma genuina y no como deuda.

Justamente, una de las balanzas que sigue siendo muy preocupant­e es la comercial. En mayo se profundizó el déficit en la puerta por la que deberían entrar más dólares de los que se fugan.

El economista jefe de Fiel, Fernando Navajas, lo resume: Argentina es “un país que está planchado desde 2010; no tiene crecimient­o de exportacio­nes, ni de productivi­dad”.

Ese es el contexto sobre el que tendrá que tallar el nuevo ministro de Producción, Dante Sica, con atención particular sobre el entramado de las Pyme.

En definitiva, lo más difícil nos está esperando con los brazos abiertos. Todos los desafíos por delante son económicos. Pero para superarlos, incluso más allá de la lupa del FMI, la política, con mayúsculas, vuelve a ser la clave.

NOS EL E PUEDEN PEDIR MILAGRO SAL NIVEL DE ACTIVIDAD DESPUÉS DE MÁS DEUNMES CON LA FIEBRE DE LAS TASAS DE INTERÉS ARRIBA DE40º.

 ??  ??
 ?? (TÉLAM) ?? Barbijo. Macri, en una quema de droga cuando arrancó la corrida.
(TÉLAM) Barbijo. Macri, en una quema de droga cuando arrancó la corrida.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina