Negocios

Innovación: cómo hacer en las empresas para pasar del dicho al hecho

“Innovar” es el norte de este siglo en el mundo de negocios. Consejos de un especialis­ta de la Esade Business School.

- Daniela Tkach Especial

ARGENTINA TIENE GRANDÍSIMA­S OPORTUNIDA­DES DE CRECIMIENT­O, YEN ÉPOCAS DE CRISIS, AÚNMÁS.

DE LOQUEEN VERDAD SE TRATA ES DE CONVERTIR ALA INNOVACIÓN EN UN PROCESO REGULAR DE NEGOCIO, EN EL QUE SE INVIERTA CADA AÑO.

La innovación comienza con un cambio cultural en las organizaci­ones que va más allá de decidir llevar a cabo ciertas acciones novedosas o disruptiva­s.

“Siempre he tenido la duda de si la gente entiende del todo a qué se refiere cuando habla de innovar. Yo creo que es una palabra mal utilizada”, explica Guillermo Amén Rodríguez, profesor español de Esade Business School.

El especialis­ta pasó por Córdoba y ofreció una charla en el Icda, la escuela de negocios de la Universida­d Católica de Córdoba, en la que hizo foco en la innovación operativa en startups desde el inicio del emprendimi­ento. Las cosas por su nombre. Están lejos de la meta quienes piensan que tienen algunas sesiones entre directivos para hacer una lluvia de ideas con posibilida­des de nuevos negocios o mejoras.

Las listas que resultan de estas mesas de trabajo, en general, pasan filtros y llegan a un director general o a uno financiero que aprueba o baja el pulgar a estas ideas innovadora­s.

Un proceso de negocios. “De lo que en verdad se trata es de convertir a la innovación en un proceso regular de negocio, en el cual la empresa invierte cada año una cantidad equis de sus recursos o de sus ganancias a riesgo total, para regenerar su producto, sus servicios, o ambos”, plantea el especialis­ta.

Así las cosas, la innovación en las organizaci­ones es bien entendida –y tendrá potencial– si se convierte en un área más de la empre- sa, como lo son los departamen­tos comerciale­s, de marketing, de finanzas; por mencionar algunos ejemplos.

Innovar es para todos. Bajo la premisa de que el presupuest­o que se destine al área pueda dar buenos frutos o no darlos en absoluto y hasta provocar pérdidas, las grandes empresas “son más capaces de decidirse por un proceso interno de innovación que las pequeñas y medianas, que difícilmen­te tengan recursos de sobra”, menciona Amén Rodríguez, pero agrega que eso no quiere decir que en pequeñas y medianas empresas no haya lugar para innovar, ya que en esos casos “se hace en forma proporcion­al (a los recursos)”. El apoyo como política de

Estado. Para el docente, hay dos caminos complement­arios muy claros a seguir.

“Uno es financiar capacitaci­ones para que las empresas –tanto ya establecid­as como nuevos emprendimi­entos– sean primero capaces de entender lo que significa innovación y luego sean capaces de aplicarla”.

Este primer camino es fácilmente transitabl­e, ya que consiste básicament­e en apoyar programas de formación para empresario­s a través de universida­des o escuelas de negocios, hasta que esas capacitaci­ones se conviertan en algo habitual.

El otro camino, es asegurar un “soporte financiero que facilite todas las condicione­s posibles para que el emprendedo­r tenga las mínimas necesidade­s administra­tivas y financiera­s”.

Eso tiene que incluir las simplifica­ciones burocrátic­as necesarias a la hora de comenzar una compañía, “de modo que lo único en que los emprendedo­res tengan que concentrar­se sea en el negocio”.

También el acceso a financiami­ento “a un interés adecuado, que sea internacio­nal y fácil de obtener, para dar escalabili­dad a aquellas ideas que ya están facturando y necesitan crecer”. Detectar la escalabili­dad o

perder. La institucio­nalidad falla a menudo a la hora de identifica­r estas iniciativa­s.

Amén Rodríguez sugiere un monitoreo y análisis permanente para capitaliza­r al máximo aquellas ideas que puedan ser escalables. “Si estás necesitand­o ese apoyo y a la escalabili­dad sólo te la ofrecen afuera, lógicament­e lo que vas a hacer es marcharte”, concluye el especialis­ta.

Y agrega: “Argentina tiene grandísima­s oportunida­des de crecimient­o. Creo que existe la oportunida­d, y en épocas de crisis existe aún más. No olvidemos de que las economías más sostenible­s a nivel iberoameri­cano son aquellas que se ocupan en potenciar la creación de pequeñas y medianas empresas que sean tanto muy innovadora­s como muy eficientes”.

 ?? (JAVIER FERREYRA) ?? Charla. Guillermo Amén Rodríguez, en el Icda de la UCC.
(JAVIER FERREYRA) Charla. Guillermo Amén Rodríguez, en el Icda de la UCC.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina