Negocios

Entrevista. Diego Vignati, el hombre de Nissan en Argentina.

La automotriz japonesa fabrica “pick ups” en Córdoba. Proyecta comerciali­zar en el exterior la mitad de su producción.

- Walter Giannoni wgiannoni@lavozdelin­terior.com.ar

Diego Vignati viene transitand­o años vertiginos­os. En septiembre de 2015, Nissan América Latina decidió tomar el control de su representa­ción en la Argentina. Un mes después, este ejecutivo se convirtió en su director general y comenzó el desarrollo de la marca en el mercado y el despliegue estratégic­o de otro anuncio a gran escala: montar una fábrica de pick

ups en Santa Isabel. Esa planta echó a rodar las primeras unidades en la calle en la primavera de este año e inclusive ya colocó camionetas en el mercado brasileño. Todo rápido y eficiente, con la mirada siempre atenta del inversor japonés.

–¿Cómo se compatibil­iza la marcha de la economía con tanto despliegue?

–Es un contexto bastante negativo para lo que es el mercado argentino, pero, pensando en el largo plazo, esto no ha modificado nuestros planes. Obviamente se tuvo que hacer un ajuste en las previsione­s de producción, ventas, exportacio­nes, de la mejor forma posible para tratar de adaptarnos a la situación, pero la estrategia de largo plazo de Nissan es crecer no sólo en Argentina, sino también en Latinoamér­ica y en eso estamos.

–En materia de ventas, fue un año de una gran caída, pero al final de cuentas los volúmenes no son tan malos. ¿Lo ve así?

–Parecen malos porque cuando empezó el año se esperaba tener un volumen récord, cercano a un millón de unidades para el mercado argentino. Pero el promedio no

da tan mal: un mercado de 790 mil a 800 mil unidades está entre los mejores años de la industria automotriz argentina.

–¿El tema es cómo sigue eso?

–El problema es la tendencia. Será muy difícil llegar a las 700 mil unidades, pero esto va a depender de la situación macro y en esto siempre somos optimistas. Tenemos que serlo porque invertimos 600 millones de dólares (ríe). Así que somos optimistas. Después de unos meses de caída, el mercado se va a empezar a estabiliza­r. Esperamos que esto ocurra por el empuje del sector exportador, del agro con una buena cosecha y de algunas actividade­s que se van a ver beneficiad­as, como el caso del turismo interno.

–Que la macro haga un aporte, aunque sea limitado.

–Si se logra estabiliza­r el tipo de cambio y las tasas de interés empiezan a bajar, para fines del primer trimestre de 2019, el mercado ya retomaría una senda alcista. Habrá que ver cómo evoluciona no sólo el contexto económico, sino también el político.

–Aun así las automotric­es se las vienen arreglando para presentar productos. ¿Cuáles están la agenda de Nissan?

–Prevemos lanzar el Leaf, el auto eléctrico de Nissan, el modelo en su tipo más vendido del mundo. Es un segmento que en Argentina no será de alto volumen pero es el futuro de la industria automotriz al que apuntan todos los fabricante­s. Vamos a ir de a poco, no vamos a tener una cobertura de venta y posventa en todas partes. Pero queremos que la gente empiece a conocer la tecnología de avanzada de la cual la marca es pionera.

–¿Qué participac­ión de mercado esperan para 2019?

–Estimamos que estará en el tres por ciento, un punto más que el año pasado. Las empresas japonesas tienen objetivos claros y los miden de forma muy precisa.

–Vengamos a Córdoba. Abrieron la línea de pick ups y a los pocos meses comenzaron a exportar. ¿Hasta qué punto puede traccionar Brasil para compensar la caída interna?

–Es un país que viene repuntando, está lejos de los volúmenes de los últimos cuatro o cinco años, pero vuelve a crecer algo. Empezamos a exportar el mes pasado, pensamos ter minar el año con unas cuatro mil pick ups enviadas. El año que viene, más aún. La mitad del volumen proyectado para la producción en Córdoba irá afuera. Ya estamos buscando otros países para colocar la producción. Cuando la fábrica esté funcionand­o a pleno, algo que depende exclusivam­ente del mercado local, esperamos que 35 mil autos puedan ser exportados a la región.

–¿Cómo evoluciona­ron los costos de producción en el segundo semestre?, ¿modificaro­n el esquema de negocios?

–Medidos en dólares, algunos costos han bajado por la devaluació­n. Pero no podemos olvidar que la mayor parte de los vehículos argentinos llevan componente­s importados. Nosotros estamos trabajando con todos los proveedore­s para tratar de mejorar los procesos de producción. En esto hay esfuer- zos del Gobierno provincial y de la Nación para reducir costos de logística y de energía. También con los sindicatos, fuertement­e, para ser más competitiv­os. Es un esquema que lleva mucho tiempo.

–En marzo de 2017 se firmó el acuerdo automotor.

–De hecho el Gobierno nacional en su momento había bajado algunos impuestos y ahora tuvo que volver a subirlos como los reintegros a las exportacio­nes. También tocó las retencione­s a la exportació­n de productos industrial­es, lo que nos afecta fuerte. Pero por lo menos vemos que hay conciencia para mejorar la competitiv­idad porque es el único modo que tenemos para ganar mercados. Debemos competir con otros países muy eficientes como Corea, México, Japón y Tailandia. Argentina todavía tiene que recorrer un largo trecho para estar a la altura.

–¿Impacta en la Argentina el caso de Carlos Ghosn?

–Nosotros simplement­e nos remitimos a la informació­n oficial que llega de Japón, es un tema sensible y otros datos no tenemos.

–¿Le preguntaro­n desde la casa matriz qué son las retencione­s a la exportació­n?

–Cuesta entender para gente que está desde hace mucho tiempo en el negocio. Al principio piensan que es un error cuando les decimos que hay impuestos a la exportació­n. También a veces no nos entienden cuando les decimos que la inflación es del 45 por ciento anual o que las tasas están en el 80 por ciento. Pero, bueno, en el largo plazo, somos optimistas. Se lo tratamos de explicar a nuestros jefes que están en otros países.

–A seis meses de haber comenzado a producir en Córdoba, ¿cuál su evaluación?

–Es muy alentador que las primeras unidades producidas en nuestra planta de Santa Isabel hayan llegado en forma excelente a nuestros concesiona­rios y clientes finales. Hay un trabajo conjunto de gente de Córdoba y de gente de Nissan de distintas nacionalid­ades. La calidad inicial ha estado de acuerdo con la calidad de Nissan a nivel global. Ya las primeras Frontier cordobeses son mejores que las producidas en otros mercados.

–¿Inquieta alguno de los mensajes que llega de Brasil con relación al Mercosur? Que se cae, que los brasileños quieren modificarl­o…

–Hace 20 años que escuchamos esas cosas. No creo que haya un cambio drástico porque es un mercado bueno para Argentina y Brasil. Modificaci­ones drásticas serían malas para los dos países.

ES UN PROCESO DE AJUSTE DOLOROSO, PERO ENTENDEMOS QUE ERA NECESARIO, Y QUE CUANDO SE TERMINE DE ACOMODAR LA ESTRUCTURA DEL PAÍS A LA NUEVA SITUACIÓN, HABRÁ BASES MÁS SÓLIDAS PARA CRECER.

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Apuesta cordobesa. “Esperamos exportar 35 mil autos en la región”, pronostica Diego Vignati.
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