El turismo salvó a España de la crisis
La “industria de la hospitalidad” ha sido para España la salvadora de su economía. Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de ese país, “desde 2010, la evolución en términos reales de la economía turística ha sido mejor que la del conjunto de la economía española”. Para sostener esta definición contundente, es necesario explayarnos en datos.
En 2107, el turismo representó el 12,7 por ciento del producto interno bruto (PIB), cuatro décimas más que en 2016. Además, aportó 14,8 por ciento de puestos de trabajo y la demanda final asociada creció un 8,6 por ciento interanual.
La tremenda recesión que se desencadenó por una crisis internacional y que arrastró a la quiebra a buena parte del sistema financiero mundial tuvo en España dos claros períodos: desde 2008 hasta 2010 y entre finales de 2011 y 2013. Los gobiernos españoles encontraron en el turismo la variable que podía, a partir de 2010 y con dos años de balances negativos, comenzar a despegar muy de a poco, con un plan concreto y realizable de promoción de una década, para dejar atrás la recesión y que cualquier nueva crisis los encontrara mejor posicionados.
Así, a finales de 2011 y ya con el plan turístico en marcha, cuando volvió a sufrir inestabilidad y recesión, el turismo permitió suavizar ese golpe.
La Argentina, con crisis económica y financiera, con tasas de interés altísimas y porcentajes de inflación qué descolocan hasta al más previsor, podría empezar a ver en el turismo una nueva luz de esperanza que le permita no caer tan hondo en durante las recesiones y empezar a ver algún indicio de crecimiento y salida de estos flagelos históricos que nos acompañan desde décadas.
Aquí toma dimensión la necesidad de que los gobernantes entiendan que el turismo derrama en incontables actividades y la posibilidad que increíblemente nos brinda esta coyuntura, que hace posible la llegada de turistas.
Tenemos todo: mar, ríos, montañas, mesetas, llanuras, todos los climas posibles en cada estación del año, patrimonios históricos, maravillas naturales del mundo y buenos servicios para brindar.
Empecemos por nuestros vecinos, a quienes el nivel actual del dólar en Argentina les conviene de sobremanera. Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil. Y vayamos también a buscar al resto del mundo, seamos artífices de nuestro destino.
Si España, a través de todas sus embajadas y consulados en cada país, pudo realizar un programa a 10 años de promoción turística y fortaleció su presencia en cada destino, nosotros también podemos copiar lo bueno, lo que dio resultado, lo que nos permita atenuar la crisis o salir fortalecidos de ella.