Desafío 2020: dónde poner los ahorros
La reestructuración de la deuda, el cepo y las tasas en baja reducen las opciones para los inversores. Qué alternativas hay.
Devaluación, cepo, reperfilamiento, reestructuración, impuesto Pais, default, son palabras que resuenan en los oídos de los inversores y condicionan las decisiones de 2020. Con el nuevo año y el flamante Gobierno se preguntan qué hacer con su dinero y a qué variables prestar atención.
Cómo siempre, el tipo de cambio, la inflación y la tasa de interés son las variables de referencia de cualquier colocación. Pero este año el escenario es más complejo.
“La reestructuración de la deuda; su tono o agresividad, su éxito o no, determinará inexorablemente el año en el mercado local”, remarca John Walker, de Dracma, con una visión presente en todos los análisis de inversiones. “En función de eso veremos si las alternativas del mercado de capitales están disponibles o no, en qué magnitudes, a qué riesgo y a qué rendimiento”, agrega Gonzalo Gómez Pizarro, de Argentina Valores.
Marzo es el plazo para concluir el proceso de reestructuración de la deuda, ya que las reservas actuales no alcanzan para pagar vencimientos más allá.
Por otra parte, luego del cepo, el impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (Pais) y la suba de retenciones se multiplicaron los tipos de cambio. El valor a mirar es el dólar financiero, el Bolsa (MEP) o contado con liquidación (hoy en torno a 75 pesos, inferior al dólar Pais de 82). Pero un dato importante será la brecha con el oficial más el 30 por ciento y la evolución de este último.
En el plano internacional, hay que mirar “la desenvolvimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; y que la economía global siga recuperándose”, puntualiza Aníbal Casas Arregui, de S&C Inversiones.
¿Pesos o dólares?
“Nos quedamos sin instrumentos en los que invertir con rendimiento y riesgo razonable. Casi no hay opciones para la mayoría, que tiene perfil conservador y moderado”, opina Lucas Croce, de DLC Asesores. Y agrega que, “salvo aquellos que necesiten flujos en pesos, el resto debería esperar en dólares la resolución del tema de la deuda”.
Para Nicolás Alfonso, de Focus Investment Management, la principal variable a observar es la tasa de interés y su evolución en términos reales. La marcha de la inflación será determinante.
En este aspecto, es muy probable un escenario de tasas reales negativas en pesos, como ya se está viendo en los plazos fijo, opción que nadie recomienda.
Para Gonzalo Becerra, de Becerra Bursátil, “el Gobierno dio señales de que va a darle importancia a controlar la evolución del gasto público y la emisión monetaria. Así tiene sentido incluir algo de instrumentos en pesos, cuyos rendimientos son actualmente muy atractivos”.
Para los más conservadores, el dólar Bolsa es una de las únicas alternativas para hacerse de dólares sin restricción y no estar alcanzado por el impuesto. “Es una excelente opción para aquel ahorrista conservador que quiera mantenerse dolarizado”, señala Florencia Freytes, de TSA Bursátil, en una recomendación compartida por quienes asesoran a pequeños ahorristas.
“Guardar sólo dólares es una alternativa transitoria, pero no viable, de ahorro”, advierte Leticia Tolosa, de Petrini Valores.
Según su visión, sirve de resguardo y de cobertura de incertidumbre, pero en la medida de que se vayan despejando algunas dudas se empezará a armar la curva de rendimiento de dólares que hoy ha desaparecido. “Cuando se defina el tema de la deuda se podrán evaluar alternativas en dólares de títulos del Estado. Hoy ese mercado es incierto”, puntualiza.
Las opciones disponibles
“En la medida que las variables macroeconómicas locales se vayan normalizando, las carteras podrían volver a una composición balanceada entre renta variable internacional (a través de Cedear), renta variable local, títulos públicos y obligaciones negociables en pesos y dólares y fideicomisos financieros en pesos”, opina Freytes.
Títulos públicos en pesos. La deuda en pesos se siguió pagando y se arreglaría en forma diferente a la que está en dólares. “El Tesoro nacional acaba de emitir instrumentos en pesos, con rendimientos levemente por encima de la inflación, con riesgo menor de reperfilamiento o default”, puntualiza Gómez Pizarro.
Becerra señala que las Lecap (Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos) son buenas alternativas para “inversores institucionales que busquen ganarle a la inflación”. Las reperfiladas rinden alrededor del 70 por ciento.
Cauciones. Casas Arregui las menciona para los más conservadores junto con los cheques de pago diferidos, avalados o directos de primera línea, factura de crédito electrónica. “En pesos, ante el riesgo actual, no hay nada mejor que la caución bursátil”, coincide Croce. Alfonso, de Focus Investment Management, recomienda esta opción como alternativa al plazo fijo. Es una operación garantizada, que se puede hacer desde a un día y con tasas de entre 40 y 45 por ciento. Fondos comunes de inversión (FCI). Lo primero que hay que ver es la composición de la cartera. Los de renta fija fueron muy golpeados por el reperfilamiento, pero hoy se puede optar por fondos de dinero de liquidación inmediata.
Walker aconseja los “FCI de retorno absoluto, como el AdCap balanceado, que invierten con el objetivo de conseguir una tasa de interés real positiva”. También señala a instrumentos que permitan invertir fuera de Argentina, como los fondos en dólares que tienen, principalmente, activos de Estados Unidos, Chile y Brasil.
Títulos en dólares y ajustados.
“El momento de comprar títulos públicos fue hace dos semanas, con paridades cercanas a 30 por ciento. Hoy ya estamos cerca del 50. Sigue siendo buen precio, pero para ir con cuidado”, advierte Becerra.
Para Freytes, hay bonos en dólares que han quedado más rezagados, como el AO20 (Bonar 2020)”. Con un “posición prudente y un manejo activo de la cartera”, Casas considera los bonos de legislación internacional como el Argentina 2117 (AC17), Par (ParY) o el Bonar 2022 (A2E2). Además se pueden incluir algunos bonos provinciales.
Alfonso enumera los títulos cortos para aprovechar mientras se negocia la deuda, “que tendrían altos retornos si fueran cancelados al vencimiento, como el AF20 (bono dual que vence en febrero) y AM20 (que ajusta por Badlar)”.
Acciones. “Para los dispuestos a tomar riesgo, la compra de acciones es nuestra elección”, dice Croce. Tolosa coincide: “Son activos subvaluados”, sostiene. Los sectores para considerar dentro de este segmento de títulos privados, que recomiendan los asesores, son consumo masivo, exportadoras y compañías petroleras ligadas a Vaca Muerta.
NOS QUEDAMOS SIN INSTRUMENTOS EN LOS CUALES INVERTIR CON RENDIMIENTO Y RIESGO RAZONABLE. Lucas Croce, de DLC Asesores