Los vuelos paralelos del dólar
Cepo mediante, se amplía la brecha del tipo de cambio oficial con las otras cotizaciones. Qué escenarios y qué impactos se plantean.
Como todos los momentos de incertidumbre de la economía argentina, el dólar vuelve a ser noticia. Y no solamente por su valor nominal, sino, sobre todo, por el surgimiento de tipos de cambio alternativos que son mirados por los agentes locales como un valor más real en un mercado cada vez más restringido.
El impacto de un cepo estricto se refleja en la brecha entre la cotización del limitado mercado oficial y la de los dólares alternativos accesibles para cualquiera (el informal o blue, el MEP o Bolsa y el contado con liquidación). Y esta distorsión, que se amplía cuando aumentan las restricciones, tiene efectos negativos en la economía.
En el marco de incertidumbre que envuelve a la cuarentena por la pandemia del Covid-19 y a la demora en la renegociación de la deuda pública, aumentan los comportamientos de cobertura y de anticipación ante una eventual devaluación, tanto de ahorristas como de consumidores, de comerciantes y de productores, de importadores y de exportadores.
“La caída en la actividad económica ha disminuido la demanda de importaciones y el cierre de fronteras ha cerrado la salida de dólares por la cuenta turismo, pero, aun así, la escasez de reservas se nota en las barreras paraarancelarias para pagar importaciones y en los cupos de venta a particulares. Cuando el mercado no ajusta por precio, ajusta por cantidad”, asegura Daniela Cristina, investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
A su vez, el cierre de las vías genuinas de financiamiento y la emisión monetaria como única senda para volcar recursos que ayuden a familias y a empresas durante el aislamiento son otra señal de alerta que se suma a los problemas estructurales.
“En la medida en que los pasivos monetarios del Banco Central sigan subiendo, es probable que el tipo de cambio paralelo continúe aumentando y genere un drenaje de reservas o un retraso en su recomposición. Los exportadores estarán más renuentes a liquidar sus posiciones y el común de la gente querrá calzarse en dólares para mantener su poder adquisitivo”, remarca Enrique Neder, docente de la FCE de la UNC.
“Además, el Gobierno estaría propenso a generar una devaluación para licuar sus pasivos y seguir expandiendo el gasto público”, acota.
Los montos no son para despreciar. En lo que va del año, la emisión para financiar al Tesoro ha sido de más de 1,3 billones de pesos, pero, debido a que hubo una fuerte esterilización vía Leliq y pases por casi 900 mil millones de pesos, la emisión neta creció “sólo” 400 millones de pesos (21 por ciento), puntualiza Lucas Navarro, titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Impacto negativo
“La brecha surge con los controles y se incrementa ante la aceleración de la emisión, ante la incertidumbre sobre la evolución de la economía, ante el atraso del tipo de cambio real, ante el riesgo de default y ante la ausencia de instrumentos en moneda local para ahorrar. Las consecuencias son perversas para la economía, porque generan incentivos a dolarizarse y hay menos divisas”, aporta Valentina Rossetti, investigadora del Ieral de Fundación Mediterránea.
La distorsión en el comercio exterior es evidente en estos meses. “Hay 18 mil millones de dólares de balanza comercial positiva en el último año y no hay dólares. Hasta que no se arregle el desbarajuste financiero, todo lo que el comercio exterior aporta se lo llevan las finanzas”, lamenta Marcelo Olmedo, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec). Agrega que “restringir las importaciones es restringir la economía”.
“La mayoría de las importaciones argentinas siempre fueron bienes de capital e insumos para la industria. Los bienes terminados, en general, son aquellos que no tienen opciones locales”, explica, y reclama que “arreglar el tema de la deuda es clave para dar un poco de estabilidad y cerrar la ecuación financiera”.
Tendencias
Lo que puede pasar en los próximos meses con el dólar oficial y las brechas con las cotizaciones paralelas depende de varios factores, entre ellos, de la reestructuración de la deuda pública.
“Un muy probable acuerdo con los acreedores va a ser muy importante porque mejoraría las perspectivas de financiamiento del Gobierno en el mercado doméstico, favorecería el financiamiento externo del sector privado y también podría ayudar a las administraciones sub
LO QUE DETERMINA LA MAYOR BRECHA ES LA FALTA DE CONFIANZA RESPECTO DE LA MONEDA LOCAL.
Enrique Neder, docente Facultad de Ciencias Económicas de la UNC
CON POCAS RESERVAS, EL VALOR ESPERADO DEL DÓLAR DEPENDE DE LOS MECANISMOS DE RACIONAMIENTO.
Daniela Cristina, investigadora de la FCE de la UNC
EXCESO DE PESOS Y POCOS DÓLARES ES UN ESCENARIO COMPLEJO Y CON MÚLTIPLES RESTRICCIONES.
Lucas Navarro, titular del IIE de la Bolsa de Comercio de Córdoba
EL RIESGO DE UN AUMENTO DE LA BRECHA CAMBIARIA ES EL IMPACTO QUE PODRÍA TENER EN LOS PRECIOS.
Valentina Rossetti, investigadora del Ieral de Fundación Mediterránea
LAS RESTRICCIONES PARA EL PAGO DE IMPORTACIONES TERMINAN LIMITANDO EXPORTACIONES.
Marcelo Olmedo, presidente de la Cámara de Comercio Exterior
nacionales”, opina Navarro. Pero advierte sobre los pasivos monetarios del Banco Central: “Se debe evitar que se vea forzado a un rescate masivo que pueda gatillar una disparada del dólar, como en agosto de 2018”.
Rossetti pone foco en el impacto de la brecha en la inflación. “Hasta el momento, el traslado a precios ha sido bajo por la escasa actividad, por el aislamiento, por los controles de precios y tarifas y porque la emisión ha sido esterilizada. Pero, cuando la pandemia comience a retirarse, el pase será inevitable y es probable que el Gobierno intente utilizar el tipo de cambio oficial como ancla y retrasar la divisa”. “No sería inesperado que, tras una devaluación, se produjera algún brote inflacionario importante”, agrega Neder.
Por último, Cristina se pregunta cuánto resiste una actividad económica muy golpeada por las cuarentenas el racionamiento de la importación de insumos y recursos (energía y gas) críticos para la producción. “Las salidas son: ahogar cada vez más el proceso productivo (cuidando las cantidades de divisas sin ajustar por precio), liberar las cantidades (y ajustar por precio) o ir hacia tipos de cambios diferenciados”, separando los mercados comerciales de los financieros.