Teletrabajo Versión 2021
Después de la fase de adaptación, las empresas apuntan a planificar una combinación virtuosa de presencialidad y de virtualidad durante este año. Nueva reorganización y estrategias para sostener la cultura corporativa.
Las prácticas laborales en modo pandemia, que fueron una respuesta adaptativa, han dejado huellas que las empresas están volviendo a pisar este año, aunque no necesariamente para hacer el mismo camino.
Incluso, no todas han terminado de planificar, pero hay un norte en el que coinciden: se impondrá un mix entre virtualidad y presencialidad, aunque las intensidades y las velocidades todavía son difusas. Por estos días, ejecutivos y líderes de equipos evalúan las enseñanzas que dejó el teletrabajo.
Iniciada la cuarentena, Globant, uno de los principales desarrolladores argentinos de soluciones informáticas a nivel global, llevó a modo remoto a sus 16.250 colaboradores en todo el mundo (4.800 en el país y 600 en Córdoba).
Lo primero que debió lograr fue la aceptación de sus clientes, según recuerda Gabriel Allasia, vicepresidente de Desarrollo de Globant a cargo de las operaciones en Córdoba.
“Los mayores aprendizajes fueron la autonomía de los globers (empleados) para autoplanificar su trabajo y el sostenimiento del negocio en la virtualidad”, recalca.
Uno de los desafíos fue mantener la cohesión en torno a la cultura de la empresa. Para eso, se apeló a las innovaciones propuestas por los propios equipos: organizar after virtuales, bienvenidas online a los nuevos empleados y reuniones de equipos.
Otra prioridad fue entender que había que cuidar y proteger no sólo la salud física, sino también la emocional. En esto, la clave fue ser flexibles.
Mercado Libre también puso a trabajar online a los más de 3.850 empleados para desarrollo de software (715 en Córdoba) y mantuvo presenciales a los puestos en Mercado Envíos, que garantizan la entrega.
“Internamente, decimos que inauguramos la era de las 5 C: cocrear acciones ágiles; comunicar en forma clara y constante, con un sistema de mensajería instantánea; contener a los equipos, con psicólogos, formación y encuestas; colaboración reforzada entre los equipos y conectarlos con los desafíos del negocio y de la comunidad, con capacitaciones y reuniones para feedback”, explica Eugenia Rubio, gerenta senior de Personas para Córdoba, Santa Fe, San Luis y Mendoza.
El teletrabajo implicó derribar mitos. Uno fue el de la rigidez de los objetivos anuales. “La pandemia obligó a revisar objetivos y cumplimientos y adaptarlos a la situación”, agrega la ejecutiva de Mercado Libre. En general, la industria del software no sufrió caída de productividad, por estar acostumbrada a trabajar por objetivos. Esto era una costumbre para las grandes empresas, pero la pandemia demostró que las pymes también podían hacerlo.
“El teletrabajo provocó un cambio cultural en la organización laboral, dependiendo de la naturaleza de las tareas. Va más allá de cambiar el lugar físico, implica organizar la tarea de una manera distinta, con objetivos para cada persona que se miden desde otro lugar y no con el horario”, advierte Pablo Gigy, presidente del Córdoba Technology Cluster (CTC).
En cambio, sí afectó la productividad en otros sectores donde incidió más el déficit que tiene Argentina en infraestructura tecnológica.
“En el rendimiento personal, por las situaciones familiares, se dieron casos puntuales a los que se le encontró la vuelta. La caída más fuerte de productividad fue por los cortes de conectividad, de electricidad y de comunicaciones. Somos un servicio online en tiempo real, por lo cual estos problemas tuvieron un efecto importante”, previene Sebastián Albrisi, presidente de la Cámara Argentina de Centros de Contacto (CACC).
El regreso
Según la consultora Adecco Argentina, en 2020 tres millones de personas en el país tuvieron que adoptar el home office. Una encuesta reciente que realizó entre 3.700 trabajadores arrojó que 58 por ciento seguirá bajo esta modalidad, 17 por ciento volverá a la oficina y en el 25 por ciento restante no hay una decisión tomada.
Por estos días, las empresas están planificando la vuelta a la oficina. Varias compañías consultadas por
La Voz se excusaron de dar detalles por las dificultades para cerrar el plan, a raíz de la incertidumbre sobre la evolución de la situación sanitaria. Pero el consenso es que se viene una etapa bimodal.
“El retorno será paulatino. En Mercado Libre arrancará el 8 de marzo próximo, siempre con el foco puesto en el cuidado de las personas y con protocolos de sanitización. La idea es que una tercera parte de los equipos estarán una semana en la oficina y dos semanas en sus hogares. Para la pospandemia, pensamos en un esquema flexible con 50 por ciento de presencialidad”, explica Rubio.
Se busca, entonces, capitalizar las ventajas de ambas modalidades con esquemas optativos. Todo será monitoreado por un comité, dependiendo de las patologías de riesgo entre los colaboradores y de la situación de quienes tienen niños o que viven con adultos mayores.
Además, no prevé achicar sus oficinas en Ciudad Empresaria, el complejo ubicado en camino al aeropuerto Córdoba, porque a futuro podrá incorporar empleados sin necesidad de sumar metros cuadrados.
Un criterio similar tiene Globant, que a mediados de este año tendrá listo su propio edificio corporativo, desarrollado por GNI en Colón y Zípoli, en la capital cordobesa. “La idea es volver gradualmente, mientras la pandemia lo permita. Habrá un mix, pero no tenemos definidos aún los porcentajes, todavía es muy prematuro”, explica Allasia.
Las que sí tomaron decisiones de manejarse con menos espacio físico son las pymes, que encontraron en el teletrabajo una forma de bajar costos sin afectar la productividad.
Según una encuesta del CTC, cuando pase la pandemia, 92 por ciento de las empresas tecnológicas no volverán al trabajo 100 por ciento presencial, la mitad lo hará con una modalidad totalmente remota y el resto, con un mix.
“De las empresas que volvieron a las oficinas, ninguna lo hizo con las condiciones previas a la cuarentena”, asegura Gigy. Pero todo dependerá de las autorizaciones del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
La industria del software ya recibió el visto bueno, con programas de ocupación parcial por grupos y protocolos, pero los contact centers sólo pueden retornar con hasta 30 por ciento de su personal.
“Los contact center que volvieron lo hacen con menos de 30 por ciento. La nueva ley de teletrabajo, que entra en vigencia el 1º de abril próximo, genera un problema, porque no podemos tomar las mejores decisiones cuando todavía persisten las restricciones. En Córdoba es del 30 por ciento del personal, pero en Buenos Aires no tenemos permitido volver”, explica Albrisi.
Según un estudio realizado por la CACC, previo a la reglamentación de la mencionada norma, el sobrecosto que genera oscila entre 2,7 y 26,8 por ciento, según cómo impacte en cada empresa la menor eficiencia por las regulaciones, la pérdidas de horas productivas y la mayor litigiosidad prevista.
Ahora, se abren negociaciones colectivas e individuales que marcarán las modalidades de trabajo según las realidades de cada sector y de cada empresa.