El aumento de tasas impacta en las pymes
Antes de cerrar la negociación con el Fondo Monetario (FMI), el Banco Central de la República Argentina (BCRA) empezó a ajustar sus tasas de interés de referencia y los rendimientos mínimos para plazos fijo, y se espera que lo siga haciendo porque un compromiso es tener tasas de interés reales positivas.
Por ejemplo, la tasa Badlar pasó de 34 por ciento a fin de 2021 a 40 por ciento a inicios de marzo, y el costo promedio de adelantos en cuentas corrientes, de 35,5 a 37 por ciento.
“Además de tasas pasivas más altas para aumentar la demanda de pesos y reducir la de dólares, se busca que los bancos, en lugar de colocar dinero en el BCRA, financien directamente al Tesoro”, señala José Segura, de PWC. Y advierte que “para esto, las tasas deberían reflejar el riesgo de la deuda en pesos, y eso implica niveles altos que, salvo que bajen rápidamente la inflación y el riesgo, generarían una dinámica no consistente en el tiempo”.
Mientras tanto, el sistema financiero reduce el crédito a tasas muy baratas de 2021 y el mercado de capitales ajusta el interés hacia arriba. “El año pasado, las pymes usaron muy poco los instrumentos del mercado porque los bancos tenían tasas muy competitivas. Había líneas con aval de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) de entre 19 y 25 por ciento, de dos a tres años. Eso hoy se está restringiendo, y las entidades llaman a sus clientes porque se termina”, puntualiza Victoria Alfonso, de Focus IM.
Agrega que en el mercado, donde se descuentan cheques y otras herramientas para pymes, las tasas también subieron “un promedio de tres puntos; en los primeros días de enero, estaban en 32 a 35 por ciento, y ahora llegan a 36; y en algunos plazos más largos, a 40 o a 42 por ciento“.
“Hay mucha menos negociación a más de 180 días. La suba de tasa de política monetaria no se reflejó en el mercado, pero lo va a hacer, y esperamos que las tasas sigan por la senda alcista”, opina.
“Tasas tan negativas eran insostenibles. Esto es una vuelta a la normalidad, pero la restricción financiera la van a sentir muchos que aún no se recuperaron de la pandemia”, dice Fabio Ventre, del IIE de la Bolsa de Córdoba. Y concluye que si el BCRA no puede emitir para financiar el déficit, este dinero provendrá de colocar deuda a los privados, con el efecto de desplazar al sector productivo.