Más allá de la artesanía
El orfebre presenta un libro sobre el vino y la historia de la platería en Latinoamérica.
La infancia de Marcelo Toledo estuvo marcada por las recorridas en la casa de demoliciones de su abuelo, en Escobar, donde se asombraba con la textura de los tirantes, la terminación de los vitrales, el tallado en una puerta de cancel o la perfección de un respaldo de cama de bronce. Tanto disfrutaba pulir, doblar, torcer, intervenir todo lo que veía, que el primer dinero que ganó colaborando en esa misma casa lo invirtió, sin mucho asesoramiento, en una pinza de electricista. Así, casi jugando, empezó a experimentar con todo tipo de materiales: desde las reliquias de las casonas que derribaba
su abuelo, hasta los cables de colores que desechaba Entel. A los 12 años ya tenía una auténtica pinza de joyero, con puntas redondas, y había comenzado a vender sus primeras producciones. Recién a los 14, ya con fama de artesano entre vecinos y parientes, comenzó a tomar clases de “orfebrería”, una palabra extrañísima que pronto se convertiría en buena parte de su identidad.
Hoy, Marcelo Toledo es uno de los orfebres más reconocidos del mundo. Diseña la colección de accesorios de Ralph Lauren. Su exposición que recrea las joyas de Eva Perón sigue recorriendo el mundo y ha sido incluida en la última versión del musical "Evita" de Broadway (con Elena Roger y Ricky Martin como protagonistas). Ha realizado piezas para Barack Obama, Madonna, Juan Pablo II, y Máxima Zorreguieta, entre otras personalidades; y acaba de presentar el libro “Arte en plata” (Catapulta), un recorrido por su obra y la historia de la platería, anclada principalmente en “Los lujos de Baco”, una muestra en homenaje al vino auspiciada por la Bodega Catena Zapata, que ha sido presentada con éxito en Nueva York y pronto será reversionada en Buenos Aires.
NOTICIAS: ¿Cuándo se dio cuenta de que se iba a dedicar a la orfebrería?
Marcelo Toledo: Cuando terminé la secundaria me instalé en Buenos Aires y empecé a estudiar psicología y teatro. Pero en el departamento que alquilaba me había armado un tallercito donde seguía trabajando. Dos años después, a principios de los ’90, conseguí un puesto municipal en la feria de Caminito, y ahí empecé a trabajar más seriamente como artesano, dedicándole menos tiem-
po a la facultad. En el puesto vendía anillos, dijes, esas cosas chiquitas que suelen encontrarse en las ferias, pero a la vez tenía algunos objetos más grandes, mates o floreros. Un día un señor me encargó una cruz egipcia, era un trabajo importante. El señor quedó muy satisfecho con lo que hice, me contó que escribía en el suplemento de Arquitectura del diario La Nación, y que le interesa- ba hacerme una nota. Me hizo unas fotos y poco después estaban mis piezas en una página entera.
NOTICIAS: ¿Ese fue un punto de inflexión?
Toledo: Sí, no esperaba esa relevancia. El día que se publicó me llamaron de ceremonial del Ministerio de Economía. Me dijeron que el ministro había visto la nota y que quería encontrarse conmigo para que empezara a hacer regalos para sus viajes y reuniones. Fue un antes y un después. Me transformé de un artesano que hacía anillitos y algunas piezas a tener que producir a otro nivel y a otro ritmo.
NOTICIAS: ¿Ese trabajo abrió muchas puertas?
Toledo: Todas. Los empresarios que viajaban con el ministro, para congraciarse con él o porque real-
“Yo veía una tela blanca con tres manchas en una sala enorme y mis piezas, que me llevaban tres meses, resultaba que no eran arte”.
mente les gustaba mi trabajo, me empezaron a llamar. Así me fui vinculando con las gerencias de las empresas más importantes del país, y eso me permitió armar una estructura para poder mejorar lo que yo hacía, además de que tuve que disciplinarme mucho. Al poco tiempo ya estaba exponiendo en Italia y cuando vino el Príncipe Carlos a visitar la Argentina, le entregué personalmente el regalo que me había encargado el Gobierno. Fue un momento increíble, todo se fue encadenando, pero en función de algo que yo buscaba.
Supe aprovechar cada momento.
DE ARTESANO A ARTISTA. Pocas veces la orfebrería alcanzó status de arte. El peso de la tradición de la artesanía y la joyería han impedido, por prejuicios de larga trayectoria, que el “arte en plata” pudiera ser reconocido como tal. “Al principio, iba a averiguar a alguna sala para hacer una exposición y me decían ‘ah, vos sos artesano, y nosotros
“Un artista es alguien que puede transformar un material en algo que emocione o que provoque algún tipo de sentimiento, algo en el otro”.
presentamos muestras de artistas plásticos, escultores o fotógrafos’” cuenta Toledo. Y remata: “Entonces yo veía una tela blanca con tres manchas en una sala enorme y mis piezas, que me llevaban tres meses para terminarlas, resultaba que no eran arte”.
NOTICIAS: ¿Qué diferencia a un artista de un artesano?
Toledo: Diría que un artesano es alguien que puede ejecutar, incluso a la perfección, una o varias técnicas. En cambio un artista es quien se encuentra frente a algo y deja de ver una técnica y pasa a ver una obra. Es una definición muy personal, un artista es alguien que puede transformar un material en algo que emocione o que provoque algún tipo de sentimiento, algo en el otro. Yo empecé a virar hace un tiempo, y el artesano se convirtió más en diseñador, y el diseñador más en artista. Por ejemplo, ahora estoy poniendo mucho foco en la moda, ya estuve en los Fashion Week de París y de Nueva York. Además, durante mucho tiempo renegué de las piezas que no tenían uso. Me regocijaba hacer una pieza contemporánea que sirviera para algo. Ahora estoy en otra etapa, quiero poner todo el foco en la pieza y la forma.