Noticias

San Lorenzo ya tiene quien le escriba:

Desde la primera pelota hasta la última vuelta olímpica: 4905 partidos. Un tranvía de Almagro, cracks y Vaticano.

-

desde la primera pelota hasta la última vuelta olímpica.

Es “tradición que el club fue fundado por un sacerdote y que los colores fueron elegidos por el caprichoso azar personific­ado en un tendero que les regaló pedazos de género. Pero que son decididame­nte los colores del infierno. Porque si San Lorenzo ha sido fundado por Dios, arma un entrevero de los mil demonios. Juega a parrillazo­s; se lleva todo el mundo por delante. Parece una inundación, un río que hubiera salido de su cauce. Y uno cree ver pasar pianos, techos, galeras, perros, tiros. Y todo en medio de un clamoreo que no deja dormir a los panaderos vecinos que han trabajado toda la noche anterior. El juego de San Lorenzo, es como el aire de las cumbres que mata a los débiles y fortalece a los sanos, es para gigantes; no soporta hombres chicos”. A fines de los años cuarenta, Pablo Rojas Paz, “El Negro de la Tribuna”, describía magistralm­ente la esencia del Club Atlético San Lorenzo de Almagro fundado no hacía mucho, en 1908, y que hoy encuentra en “San Lorenzo Libro de Oro”, la obra más completa que contiene sus 105 años de historia coronados deportivam­ente con el reciente título de campeón del torneo Inicial 2013.

Escrito por el periodista Leandro D'Ambrosio y publicado por Edito- rial Perfil, el libro rescata la historia azulgrana desde la primera pelota que tuvo el club, hasta el pitazo final del árbitro Néstor Pitana ante Vélez Sarsfield, el partido que le acaba de dar la gloria. Gloria que tuvo su génesis en un accidente de tranvía, según relata D'Ambrosio:

“Por la calle México pasaba el tranvía de la línea 27, al que los purretes usaban como 'pared' para hacer rebotar la pelota y eludir al rival. La situación de jugar con los riesgos que representa­ba el tranvía, no había pasado desapercib­ida para un joven párroco de 25 años y que oficiaba como encargado del oratorio San Antonio: Lorenzo Bartolomé Martín Massa. El “padre” pertenecía a la orden de los salesianos y oficiaba misa en la capilla anexa al colegio, ubicada en México 4050. Una tarde fue testigo de un hecho que pudo haber terminado en tragedia. En uno de los partidos frente a la iglesia, el joven Juan Abondanza con la pelota en su poder quiso eludir al tranvía, aunque este lo llevó por delante. El pibe no sufrió heridas pero se generó un pequeño incidente al que puso fin el sacerdote con su intervenci­ón. Entonces comprendió que tenía que hacer algo por ellos y, dirigiéndo­se al líder de la barra, el carbonero Federico Monti, le ofreció una porción de terreno en el fondo de la capilla para que jugasen sin padecer ningún nuevo accidente.

La idea fue aceptada por los chicos que también aprobaron la condición de que debían concurrir a misa los días domingo”.

PELOTA.“La cancha (contigua al Stand de Tiro de los ex Alumnos de Don Bosco), se cuenta en el Libro de Oro, fue preparada para ser habilitada. Se retiraron gran cantidad de escombros y basura y se emparejó el terreno. El padre Massa facilitó los arcos de madera con las medidas dispuestas por los chicos. La ilusión ya estaba en marcha. La primera pelota perteneció al 'Petiso' Gianella. Se la vendió al jefe de la barra Federico Monti junto con el inflador. Los desafíos en la nueva canchita no se hicieron esperar. La primera 'víctima' fue el club Estrellas de México que cayó por 2 a 1. También lo sufrieron Jorge Brown, Laureles Argentinos y muchos otros. En la capilla los chicos no perdían nunca y la fama de los 'Forzosos' ya trascendía al propio barrio. Para seguir acrecentan­do su popularida­d, 'Los Forzosos' adquiriero­n un sello de goma que les permitía certificar su existencia como club y la validez para poder solicitar la publicació­n de 'desafíos' a otros clubes en los diarios de la época.”

INVESTIGAC­IÓN. El Libro de Oro demandó siete años de búsqueda e investigac­ión en distintas biblioteca­s y hemeroteca­s de la Ciudad de Buenos Aires. Una gran cantidad de partidos se cubrió con el archivo de la revista El Ciclón, propiedad de Alberto Fontevecch­ia, gestor de la concreción de esta obra. Colaboraro­n también varios periodista­s nacionales y al- gunos historiado­res del exterior que vía email completaro­n los numerosos datos faltantes en la Argentina de las giras sanlorenci­stas. Así se llegó a la publicació­n de las síntesis correspond­ientes a los 4.905 partidos que San Lorenzo jugó en su vida, acompañado­s por 280 fotografía­s que recorren la historia desde la formación del primer equipo hasta la del último campeón; desde los legendario­s Carricaber­ry y Monti hasta Leandro Romagnoli, pasando por apellidos ilustres como los de Lángara, Sanfilippo, Fischer, Veira, Farro, Pontoni y Martino, entre cientos más que cubrieron de laureles al equipo de Boedo, cuyo nombre tuvo un “bautismo” muy especial; y no podía ser de otra manera siendo que un cura era su principal impulsor.

“El nombre del club, Forzosos de Almagro, no le gustaba al padre Massa, quien pensaba que no armonizaba con las prácticas cristianas, cuenta D'Ambrosio cuyo abuelo, el puntero izquierdo de poderoso disparo, Rafael D'Ambrosio, fue tapa de la prestigios­a revista El Ciclón en su edición número 127 de enero de 1946. En una ocasión sugirió a uno de los muchachos su reemplazo, lo que al principio produjo cierta negativa. Entonces Gianella, junto a José Gorena, eligen el nombre del párroco, pero Federico Monti les aclara que no debe quedar excluida el 'de Almagro' que indica su pertenenci­a al querido barrio. La palabra sagrada del 'Carbuña' fue aceptada y pronto se convocó a una reunión en el oratorio para discutir la nueva denominaci­ón. El padre Massa presenció las arduas discusione­s del 1 de abril de 1908, que terminaron con el baut tismo por unanimidad del nuevo club con el nombre de San Lorenzo de Almagro. Éste se adoptó en honor al santo mártir cristiano y a la heroica gesta de la batalla de San Lorenzo...”

Las calles de Almagro, el t tranvía y un cura que les dio refugio, protección y entidad encuentran el lazo interminab­le que los une a las calles de Boedo –esas a las que volverán–, un avión en el que viaja un trofeo y otro cura, hiperfan de San Lorenzo, que lo recibe en el Vaticano de manos de su presidente Matías Lammens y su vice, Marcelo Tinelli, y al que ante semejante gesto solo le sale decir “Son unos caraduras...”

Caraduras, como aquellos pibes que soñaron con la gloria, aunque tal vez sin imaginar que llegarían tan alto.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? HIS HISTORIA FELIZ. El flamante eq equipo campeón, y el viejo G Gasómetro, imágenes que se proyectan al futuro. El periodista con g genes "cuervos" Leandro D D'Ambrosio, autor de la inv investigac­ión más ambiciosa de la vida del club, plasmada en el...
HIS HISTORIA FELIZ. El flamante eq equipo campeón, y el viejo G Gasómetro, imágenes que se proyectan al futuro. El periodista con g genes "cuervos" Leandro D D'Ambrosio, autor de la inv investigac­ión más ambiciosa de la vida del club, plasmada en el...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina