Negocios del juego:
Fragmentos del libro que revela la contabilidad secreta de uno de los rubros más polémicos: $ 105.000 millones en apuestas en un año.
el libro que por primera vez detalla los números de uno de los rubros más polémicos. El boom de Cristóbal López y otros en la Década Ganada.
El mapa del juego en la Argentina es una planilla de Excel dividida en tres hojas. Pesa 40 kilobytes, cien veces menos que una canción de tres minutos en formato MP3.
La primera hoja revela el número de agencias de lotería a lo largo y ancho del país; la segunda, el número de salas de juego en cada provincia y las ganancias que generan; la tercera contiene un apartado misceláneo con eventos benéficos, promociones televisivas y otras modalidades. Los detalles de cómo este mapa llegó a manos de los autores no son relevantes. Sí cabe destacar que el mapa –un documento inédito– fue elaborado con información provista por organismos públicos, las loterías provinciales, cuya intención era compartir estos datos exclusivamente con otras loterías y operadores privados.
Esta información siempre debió haber sido pública.
NÚMEROS. En 2013, los argentinos apostamos $ 105.600.000.000 (ciento cinco mil seiscientos millones de pesos) en bingos, casinos y billetes de lotería. Un promedio de 2.560 pesos per cápita cada doce meses.
Estos números surgen de la recaudación total de Lotería Nacional y loterías provinciales a través de las más de 25.300 agencias de lotería, sumadas al estimado de apuestas realizadas en los más de quinientos casinos y salas de bingo a lo largo y ancho del país.
La cifra equivale a un mes y medio de recaudación de impuestos del Estado nacional, o el doble de lo que las provincias destinan a los sueldos del personal de seguridad (al menos, hasta el salariazo bajo extorsión de diciembre de 2013). Es casi diez veces el monto anual de la Asignación Universal por Hijo y equivale a los subsidios que cada año el Gobierno nacional destina a energía y transporte.
El primer argumento de los empresarios frente a esta ingente suma de dinero es que buena parte de ese pozo “vuelve” en forma de premios. Pero de la misma manera podría decirse que la mayor parte del tiempo los apostadores vuelven a jugar esos premios que se dan a cuentagotas.
Sea como fuere, un dato es irrefutable: lo que los operadores llaman “net win”, es decir, la ganancia bruta luego del pago de premios,
La Argentina es
el cuarto país
con mayores
pérdidas netas
por apuestas
como porcentaje
del PBI, luego de
Filipinas,
Armenia y
Australia.
en 20 2011 fue de 8.536 millones de pesos. Para darse una idea del volumen: la ganancia bruta aq aquel año fue un 61 por ciento mayor a la de la YPF pre-nacionalizada, casi el doble que la del Banco Nación o 3,3 veces la de Telecom Argen Argentina.
A e esto, obviamente, habrá que descontarle lo que e estas empresas pagan de impuestos, que en el cas caso (excepcional) de la provincia de Buenos Aires alcanza el 34 por ciento del “net win” de las m máquinas en bingos y un 12 por ciento de ingre ingresos brutos. Pero como señaló un abogado de los operadores, incluso en ese caso “si nadie presentó un planteo de confiscatoriedad es porque todavía la levantan con pala”.
LOS MÁS RICOS. En el top 10 de los grupos que más ganan dentro del rubro, el primer lugar es,
de manera indiscutida, el de Cristóbal López (Casino Club, HAPSA y la empresa de captura de apuestas TecnoAcción) con la explotación de casinos y la captura de apuestas. Cuenta con 10.481 máquinas tragamonedas y en 2012 facturó 5.570 millones de pesos.
El segundo lugar es de la española Codee-e re, de los hermanos Sampedro, la dueña de e la timba bonaerense con 14 bingos (6.304 tragagamonedas) y una facturación 1.950 millones de pesos en el mismo año.
El podio lo completa el Grupo Boldt (Boldt y Boldt Gaming) de Antonio Ángel Tabanelli, sin dudas el rey de la captura de apuestas. Presente en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, facturó 1.350 millones de pesos (688 millones de Boldt y 622 de Boldt Gaming).
El grupo del empresario Daniel Mautone, íntimo amigo de Marcelo Tinelli (su principal socio es el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici) está en el octavo lugar, con una facturación estimada de 554 millones de pesos.
EL BOOM. Nada de esto sería posible sin la explosión de salas de juego y la consiguiente instalación de máquinas tragamonedas.
Misiones es la provincia argentina con más bingos y casinos. Con 102 salas, es también la que presenta una mayor concentración de salas por persona y por kilómetro cuadrado. La provincia gobernada por Maurice Closs tiene el 2,75 por ciento de los habitantes del país, pero el 20,3 por ciento de las salas de juego.
Un breve repaso por las fechas de apertura de estas salas permite concluir que los empresarios de casinos fueron, en efecto, uno de los grandes beneficiados durante la “década ganada”. El Casino Victoria de Entre Ríos abrió en 2005; el Arena Maipú de Mendoza, en 2011; el Casino Melincué, en 2007; el Rosario City Center, en 2009; el Del B Bono Park Hotel (San Juan), en 2007. Yl Y la lista sigue. T Tanto en el norte como en el sur del país see se des destacan los “casinos electrónicos”, donde lolos los em empresarios finalmente abandonaron la fachada d de los juegos de paño o los cartones de bingo y construyeron edificios llenos de “slots” donde los apostadores tienen solo una opción: las maquinitas.
Pero si hablamos de la gallina de los huevos de oro, el distrito gobernado por Daniel Scioli pica en punta. La provincia de Buenos Aires ostenta la friolera de 21.870 máquinas tragamonedas oficialmente reconocidas, casi el doble de “slots” que todo Polonia, país de más de 38 millones de habitantes.
El segundo distrito con más máquinas es la Ciudad de Buenos Aires. Lotería Nacional declara 6.031 tragamonedas en el Casino Flotante y el Hipódromo de Palermo, una cifra superior a la suma de “slots” del MGM Grand y el Green Valley Ranch, dos de los casinos más grandes de Las Vegas.
LA EXHIBICIÓN. “El argentino es, básicamente, un mercado que llamamos de casinos locales, donde los jugadores viven cerca del casino. Y esos jugadores normalmente van dos, tres, cuatro veces por semana en busca de entretenimiento y pasar el tiempo”.
Quien habla es Eduardo Aching, vicepresidente de Konami, una de las empresas de “slots” más importantes del mundo. El hombre está sentado en una silla blanca de plástico en el stand de 140 metros cuadrados que la empresa instaló en el SAGSE, la feria del “gaming” más grande de Latinoamérica, que hace casi dos décadas se celebra en Costa Salguero.
Tal vez los asistentes al SAGSE hayan comentado el listado que meses atrás publicó el portal de noticias Bloomberg, donde la Argentina aparece como el cuarto país del mundo con mayores pérdidas netas por apuestas como porcentaje del PBI. En este infame ranking de apostadores, nuestro país quedó apenas fuera del podio ocupado por Filipinas, Armenia y Australia.