Mucho film y pocos tickets:
El cine argentino genera muchas películas, pero vende pocas entradas. Cómo es el negocio de la distribución y exhibición.
el negocio de la distribución y exhibición en un mercado que genera productos que nadie quiere ver.
Solo una y media de cada diez entradas de cine que se venden en el país corresponden a una película nacional. Nada tiene que ver eso con falta de material: en Argentina se estrenaron un récord de más de 150 filmes en 2013, más que México y Brasil. Pero al mismo tiempo, y en silencio, aproximadamente la mitad de las películas que se producen no llegan a la pantalla grande. El cine independiente, por otro lado, tiene dificultades para llenar las salas.
En la vereda opuesta, sin embargo, el panorama de la industria del cine propiamente dicha es la contracara perfecta. Se vendieron el año pasado casi 50 millones de entradas, lo que rompió las marcas en cuanto a concurrencia y representó una facturación de 1.700 millones de pesos, un 40% más que en 2012. Es decir, mientras que al séptimo arte local le cuesta aún hacerse su lugar, a los cines les va cada vez mejor.
En el marco de VISTA 2014, la Convención Regional de la Industria Cinematográfica que tuvo lugar este mes en Puerto Madero y reunió a exhibidoras, distribuidores, productoras y proveedores de insumos y servicios para la industria –además de al INCAA y la DAC (Directores Argentinos Cinemato- gráficos)– NOTICIAS dialogó con Daniel Marón, director de Ultracine, encargada de organizar la convención y de relevar información de taquilla que será luego consumida por múltiples empresas privadas y entidades públicas del continente, incluido el INCAA.
NOTICIAS: ¿Cómo es la relación entre distribuidores y exhibidores
Daniel MARÓN Director de Ultracine
Hay muchas películas nacionales que se estrenan y no duran más de una semana en cartel. Eso tiene que ver con la falta de presupuesto para hacer una buena promoción"
(salas)?
Daniel Marón: En la mayoría de las películas, son socios que van a porcentaje. Del valor de las entradas, el cine se queda con un 35%. El distribuidor gana más que el exhibidor con un estreno. El porcentaje se arregla semanalmente y la tajada del distribuidor va disminuyendo a medida que la película pasa semanas en cartelera, porque viene menos público y el cine necesita lo mismo para funcionar operativamente. Pero en el mínimo de los casos, el distribuidor va a ponerse en un 30%. El INCAA, por otro lado, se lleva un 10% y la DAC cerca del 3,5%.
NOTICIAS: ¿El distribuidor es quien más gana?
Marón: Cuando una película está cayendo en el tiempo el cine seguramente proyectará en la misma sala dos o tres vueltas de una que va a andar mejor, como complemento. Y al día lunes, las cuatro últimas en recaudación en cada complejo no estarán la próxima semana. Y cuando viene un estreno muy grande que tiene mucho copiado se limpia la cartelera. Invade más que limpia.
NOTICIAS: ¿Cuál es entonces el negocio del exhibidor, de la sala?
Marón: El cine tiene la ventaja de
que todo lo que es Candy Bar es de ellos. Y una película que te tracciona mucha gente normalmente te hace funcionar muy bien el Candy Bar. Del ingreso de todo el cine, el Candy Bar representa aproximadamente el 60%. Otra parte importante entra por la publicidad dentro. Cuando vas a ver una película hay tanda publicitaria. Se cobran, claro.
NOTICIAS: ¿Cuál es la inversión promedio que requiere montar una sala de cine?
Marón: El proyector es lo más caro. Va desde los 60.000 dólares hasta los 200.000. Depende del tamaño de la sala, el tamaño del proyector. La distancia que hay desde la cabina hasta la pantalla es lo que te va a marcar la cantidad de lúmenes que tiene que tener el equipo, y su precio. Ahora te falta el edificio, las butacas. Hay asientos desde 150 hasta butacas de 1.400 dólares. Tenés salas para 200, 300, 500 personas. El equipo de 3D es un kit aparte. Tenés que invertir en anteojos y en la máquina que lava los anteojos. Por eso a veces a los cines del interior les cuesta tanto reacomodarse. Los costos son muy altos.
NOTICIAS: ¿Por qué el cine argentino representa una pequeña porción de las entradas?
Marón: Hay que aclarar algo: Argentina es el segundo mercado dentro de Argentina. Viene el cine de Estados Unidos, después el argentino, y después el francés. Lo que pasa es que hay mucha película nacional que se estrena y no dura en cartel. Una semana la mayoría. Eso tiene que ver con que no hay una agencia de publicidad que las soporte, no tienen plata para hacer una buena campaña. Y, además, está la curaduría de lo que se filma. No todo resulta interesante para el espectador, sin el atractivo que tienen a lo mejor películas más comerciales.
NOTICIAS: ¿Qué dificultades enfrenta el cine independiente?
Marón: A veces hay mucha oferta de cine independiente que no tiene acceso a las salas, o hay películas nacionales que, como se hacen tantas, les cuesta llegar a pantalla. La dificultad está en encontrar distribución, pero eso no es por un perjuicio contra el cine como negocio, sino un tema de contenidos. La gente que hace producciones independientes se la pasa diciendo “no tengo lugar para mostrar lo mío”. Pero, cuando le das el lugar, no va nadie a verlo. Porque el tipo llega hasta el cine, no llega a publicidad y promoción. Disney, Warner o Fox sí, porque tienen su parafernalia armada y es muy fácil que su película trabaje. Tienen muchas formas de difundirla y la producción independiente no. Tanto de acá como del exterior. Traés una película de Europa y te cuesta ubicarla.
NOTICIAS: ¿Afecta al cine nacional la competencia con los tanques de Hollywood?
Marón: Es engañoso. Que se vea más “300” o “Harry Potter” no perjudica al cine argentino. Por el contrario, lo beneficia porque el INCAA recauda muchísimo (a través del 10% del valor de las entradas), que va a volver a directores argentinos
para que puedan filmar. Pero si tenés Harry Potter en 350 salas, el productor nacional dice “no tengo pantalla para exhibir mi película” y es verdad. Porque con Harry Potter esas salas estaban llenas. Es una especie de embudo, donde podés producir más películas que nunca, como se está haciendo ahora, pero hay mucha película y no tanto interés por verlas.
NOTICIAS: ¿Cuál es la importancia del marketing y la distribución para el éxito de un filme?
Marón: Un ciento por ciento. Depende de tu presupuesto vas a parar a una distribuidora o a otra. Polka o Patagonik, por ejemplo, venden sus películas a través de Disney. Universal bancó “Metegol” y se terminó vendiendo en 70 países. Si vas a hablar con distribuidores menores, que no tienen salida al exterior, seguramente tu peli no va a tener esa corrida. La verdadera plata se hace afuera. Acá es imposible cubrir los costos de producción. “Metegol” salió 22 millones de dólares y metió en Argentina 2 millones y pico de espectadores: 10 millones de dólares de recaudación con los que no cubriste siquiera los costos de la película. No hay ninguna forma de recuperar la inversión. Por eso se busca la coproducción con gente de llegada internacional.
NOTICIAS: ¿Cuál es el producto nacional más rendidor?
Marón: Lo que mejor funciona son las comedias. Siempre hay excepciones, claro. “El Secreto de Sus Ojos” o “Metegol” no son comedias y trabajaron muy bien. Pero en la media es lo que mejor rinde. Creo que en realidad, una característica fundamental para que la película trabaje es que esté Darín (risas).
NOTICIAS: ¿Qué actores funcionan mejor?
Marón: Darín, Franchella, Peretti. En ese orden.
NOTICIAS: ¿Cuáles son las metas a corto plazo de la industria de la exhibición?
Marón: El paso ahora es terminar de digitalizar las salas. Hoy estamos en cerca de la mitad. Argentina es uno de los últimos países del mundo en hacerlo. Paraguay ya está hace rato, a Brasil le falta cerca de un 30%, Chile también. Se acabó el celuloide. Es un archivo digital que puede llegar a todas partes.
NOTICIAS: ¿Compite el cine con la televisión y los servicios VoD?
Marón: El cine año a año está facturando más y está yendo más gente. Tenemos convocatorias récords en las salas. Yo no creo que esté en riesgo. El cine se sigue renovando con vuelcos diferentes. Verlo en casa no deja de ser justamente eso: estar en casa. Y el cine es una salida. Te juntás con amigos, con tu pareja. No es lo mismo quedarse en tu casa viendo televisión.