For ever young
¿Por qué conservan un estilo adolescente a pesar de tener más de 40? Actitud “teen”, cuidados antiage y genética. La explicación esotérica.
Quiénes son los famosos mos os que nunca envejecen. Actitud itu ud ante la vida, estilo juvenil y tratamientos de es estética.
Listo para cumplir los 52, Tom Cruise se prepara para filmar “Top Gun 2”, la esperada secuela de la película que lo lanzó al estrellato y lo convirtió en un sex symbol hace ya casi tres décadas. Mientras que el hábil sorteador de “Misiones Imposibles” vuelve a convertirse, sin retoques, en aquel aviador de campera de cuero y lentes Ray-Ban que en 1986 quitaba el aliento; se rumorea que su histórica contraparte femenina, la actriz Kelly McGillis, también podría ser de la partida. Solo que habrá un pequeño cambio. La chica que ratoneó a una generación de cinéfilos en el film original, esta vez ¡personificaría a su madre! Según dicen, mientras que el tiempo pasó inexorablemente para la otrora sexy instructora de aviación, los años parecen no haber transcurrido en el cuerpo incorruptible del “chico” fanático de la Cientología.
Pero Cruise no es el único famoso que logró detener el incontrolable correr de las agujas del reloj. Keanu Reeves, Tom Ford, Lenny Kravitz, Brad Pitt, Will Smith, y algunos locales como Nico Repetto, Ricardo Mollo, Mario Pergolini y Ale Sergi, entre otros, son algunos de los miembros ilustres de este club de hombres de más de cuatro décadas, para quienes la edad es solo un número.
Ellos conjugan a la perfección el encanto de la madurez con el aspecto gozoso de la juventud. Expuestos constantemente al ojo publico y a los flashes de los paparazzi, esquivan canas, patas de gallo y rollitos con la misma gracia con que evitan la caída de pelo. La pregunta del millón es: ¿cómo lo hacen?
ETERNA JUVENTUD. “Se trata de hombres que se mantienen bien –a fuerza de genética, cuidados estéticos, gimnasio y calidad de vida–, pero que –sobre todo– tienen una actitud que no envejece”, explica la licenciada Patricia Faur, psicóloga, escritora y docente en la Universidad Favaloro. Es el caso del sempiterno chico rebelde Mario Pergolini, que al filo de las cinco décadas, con un hijo
veinteañero y plácidamente establecido en su rol de conductor, decidió patear el tablero y empezar de nuevo con su proyecto radial Vorterix, sin alejarse ni un ápice del rock and roll o del look juvenil que lo caracterizó siempre. O de Nico Repetto, que a los cincuenta y siete, y luciendo el mismo cuerpazo de sus mejores épocas, se animó a componer el año pasado a un personaje gay para la tira “Farsantes” y vestirse de mujer para una producción fotográfica. Por eso no desentona al lado de su mujer Florencia Raggi, a la que le lleva casi dos décadas. Igual que el líder de Divididos, Ricardo Mollo, que al borde de los sesenta y con una hija casi de la misma edad de su mujer, la bella Natalia Oreiro, está bien lejos de parecer un futuro jubilado y se luce cambiando los pañales de su nuevo vástago Merlín Atahualpa.
“Proyectar juventud interior tiene una connotación positiva, porque aunque muchos de estos señores por su tipo de trabajo deban estar necesariamente vigentes y aggiornados, ninguno en su vida real quiere seguir ocupando el rol de un adolescente o competir con sus hijos. Son hombres mejor plantados porque la búsqueda no parte de la inseguridad. No sienten que quieran ser más jóvenes, simplemente lo son y lo disfrutan”, aclara Faur.
Pero la juventud extendida, al igual que la belleza y la fama, es algo que no todos tienen pero que muchos desean. “Una apariencia saludable y juvenil siempre se asocia al éxito, y por eso cada vez son más los hombres que se acercan al mundo anti-age”, comenta el doctor Gerardo San Martín, especialista en cirugía plástica y reparadora.
Mantener lo que la naturaleza nos dio puede ser cuestión de disciplina y cuidados básicos. Aunque algunos, como el siempre delgado y supersexy Johnny Depp, aseguran no hacer absolutamente nada. A otros, sin embargo, los músculos los delatan. Por ejemplo, a Lenny Kravitz, que se da el lujo de mostrar unos abdominales torneados que varios jovencitos envidiarían. O Bon Jovi, otro cincuentón que arranca suspiros con su físico bien delineado. Ambos declaran que el entrenamiento y la vida sana es la base de su juventud sin fecha de caducidad.
“La preocupación está centrada en el rostro y en el cuerpo, sobre todo desde la cintura hacía arriba, por eso el fitness se ha incorporado como una filosofía de vida en la rutina de los hombres. Ejercitación diaria acompañada por sesiones semanales de masajes y de musculación intensa es el secreto para un cuerpo estilizado. Complejos multivitamínicos y tratamientos con cremas y serums anti-age, sesiones de peeling, de mesoterapia facial o de radiofrecuencia son parte del combo de cuidados de algunos hombres a quienes se los ve siempre jóvenes”, asegura San Martín.
El diseñador Tom Ford, 57 años, es uno de los que admite que su régimen de vida es casi prusiano, aunque aclara que nunca ha recurrido al bisturí. “Nunca bebo,
ni fumo, ni tomo edulcorantes o azúcar. Peso lo mismo que hace 30 años”, confesó en una entrevista, orgulloso de mantener su fina estampa a base de agua y sustancias proteicas. “La cirugía plástica no necesariamente hace que te veas más joven. No engaña a nadie”, sentenció.
Pero uno nunca sabe. El otro Tom (Cruise) también aseguró en una entrevista a “Playboy” que “nunca se hizo ni se haría nada”. Sin embargo, el Dr. Anthony Youn, un famoso cirujano plástico norteamericano que publica artículos en el blog “Celebrity Cosmetic Surgery”, opina que Cruise no encontró la fuente de la juventud sino que obtuvo la mejor estética que la plata puede comprar. “Luce como alguien que es un compendio de los mejores tratamientos del mercado”, afirmó. Porque sin llegar al bisturí, muchos de estos jóvenes eternos han sucumbido a los encantos de la estética no invasiva, llámese toxina botulínica o rellenos.
El problema de algunos de estos galanes atemporales es, como dijo Oscar Wilde –curiosamente– en “El retrato de Dorian Gray”: “La única forma de escapar de una tentación es dejarse arrastrar por ella”.
EFECTO VAMPIRO. Para algunas mentes inquietas, el origen de este estado de juventud perpetua tiene dos posibles explicaciones: naturales o sobrenaturales.
Del lado de la ciencia, los buenos genes han sido una explicación suficiente a la hora de justificar, por ejemplo, un look juvenil como el del diputado y ex ministro de Economía, Martín Losteau, que a los 43 parece un adolescente. O una cara de púber como la de Ale Sergi, el cantante de “Miranda!”, que ya pasó los cuaren- ta y sigue teniendo aspecto de niño. Según una investigación reciente realizada por un grupo de científicos daneses, es la longitud de los telómeros, los extremos de los cromosomas, la que determina la velocidad del envejecimiento. Simplificando la cuestión podría decirse que a telómeros más largos, más se demora la llegada de la vejez.
La otra explicación que circula por estos días a propósito de la eterna juventud es esotérica. Según Albert Linkway, el autor de “Nosferatu: la historia no contada de los vampiros en Hollywood”, la única razón posible para que el cincuentón Johnny Depp luzca como un joven treintañero a pesar de fumar varios atados de cigarrillos al día, es que el actor es, nada mas y nada menos, que un inmortal vampiro.
El que arrastra otra leyenda urbana sobre su inmodificable juventud es Keanu Reeves. Muchos de sus fans, tal vez influidos por las películas que le tocó protagonizar, piensan que es inmortal. Hay quien afirma que no solo es la reencarnación de Paul Mounet, un actor francés del siglo pasado que desapareció misteriosamente en 1922, sino del mismísimo Carlomagno. A contramano de la leyenda, en el último Festival de Cannes y listo para hacer su debut como director de la película “Man of Tai Chi”, Keanu, a los 48 años, era un verdadero desastre. El pelo sucio, la barba descuidada, varios kilos de más, papada y una expresión perdida. Sin embargo, dos días después, en la presentación oficial del film, se lo vio tan bello, elegante, joven y estilizado como siempre. Creer o reventar.