Una conmovedora crónica familiar
“Seré tu madre tranquila” escrita y dirigida por Ariel Gurevich. Con Juan Gabriel Miño y Fernanda Pérez Bodria. Rojas, Corrientes 2038.
¿ Se llega alguna vez a perdonar enteramente a los padres? De la contestación a esta pregunta depende, dicen los psicoanalistas, nuestro grado de adultez. Claro que alcanzarlo, implica aprender mucho de sí mismo, y sobre el misterio del amor, de los afectos que nos forman y deforman (con las mejores intenciones) desde la cuna. Incluso, se afirma que sin la institución familiar no habría fricciones.
Desde el punto de vista de una estética formal, esta admirable propuesta escénica se sirve de las disci- plinas más diversas. Es, al mismo tiempo, un sólido libreto teatral, una amable conferencia, un entrañable recital de canciones populares y una emocionante crónica familiar –anterior al nacimiento del autor– basada sobre personas y hechos reales. Por suerte, nunca cae en el proceso abierto o encubierto a seres que ya no pueden hablar. Al contrario, la vida descripta en esta cronología es ilusoria; un simulacro, tal vez, pero, pese a ello, más clara que la existencia real porque tiene su propia verdad. Ya que la íntima, no podrá (ni se pre- tende) describirse nunca.
La trama reúne a un melancólico muchacho y a su dramática madre quienes abordan, a través de objetos, poesías y melodías, una galería de personajes femeninos, que remiten al mundo del pasado de ambos. Desde las amigas de la infancia de la progenitora hasta la abuela y la mucama del joven. Todos interpretados por dos promisorios actores, Juan Gabriel Miño y Fernanda Pérez Bodria, cuyas composiciones son conmovedoras.
Sin embargo, lo que resulta una verdadera revelación es la tarea del debutante (la obra es su opera prima) dramaturgo y director Ariel Gurevich, también guionista de la serie televisiva Doce casas y reciente ganador de una beca Pro-Helvetia (Fundación Suiza para la Es así como 27 jóvenes dan vida al gracioso argumento que muestra la huelga de sexo que declaran las mujeres de Grecia a sus maridos para que abandonen el hábito de la guerra. Cultura) para participar en el prestigioso Festival de Avignon de Francia.
Gurevich es un bienvenido y necesario soplo de renovación en el panorama de la escritura y la dirección teatral argentina y le auguramos un promisorio futuro más allá de la estrecha cartelera porteña. Con sabio criterio curatorial, este espectáculo integrará la programación del inminente Festival Internacional de Buenos Aires donde seguramente encontrará su pasaporte para el mundo. En el numeroso elenco, sobresalen, en breves roles, Francisco Tortorelli, Facundo Buggiani y Natalia Chiesi, todos bajo la solvente batuta de Roberto Monzo.