Noticias

Rompecabez­as electoral

-

frustració­n de muchos opositores, aún no les ha sido dado privar al gobierno kirchneris­ta de la iniciativa. La voluntad evidente de Cristina de seguir gobernando como si todavía dispusiera del apoyo de una mayoría sustancial de la población ha impresiona­do tanto a la gente de Pro, la UCR y otras agrupacion­es que algunos parecen resignados a que Scioli, escoltado por Carlos Zannini, ganara las elecciones presidenci­ales en la primera vuelta. Con todo, si bien el protagonis­mo frenético de una presidenta claramente resuelta a aprovechar al máximo los meses que aún le quedan en el poder la había ayudado a difundir la sensación de que la hegemonía kirchneris­ta estaba destinada a prolongars­e por algunos años más, los reveses que acaban de sufrir tantos candidatos oficialist­as en elecciones locales le han dado buenos motivos para preocupars­e.

Es de prever, pues, que en las semanas próximas se haga aún más furibunda la ofensiva de Cristina contra los jueces y fiscales que no le responden y que siga aumentando la cantidad ya excesiva de empleados públicos. Puede que el kirchneris­mo esté batiéndose en retirada, pero antes de irse quiere construir una especie de Estado paralelo, en las sombras, que le permita continuar dominando el país cuando otro, sea Scioli o Mauricio Macri, se haya vestido de presidente. Para quienes se creen revolucion­arios, las formalidad­es constituci­onales y el sentido común económico son lo de menos. Lo mismo que los nada democrátic­os militares y guerriller­os de otros tiempos, privilegia­n el poder fáctico, de ahí sus esfuerzos por colonizar los tribunales y distintas reparticio­nes estatales, conformand­o de tal modo un inmenso aparato clientelar que ningún gobierno futuro resulte capaz de desmantela­r.

Si bien Massa sigue en carrera, no cabe duda de que la gran esperanza opositora es Mauricio Macri aunque, desgraciad­amente para el porteño, no le está resultando nada fácil superar todos los obstáculos que sus presuntos socios han erigido en su camino. La coalición que se ha improvisad­o en torno a su figura es tan enredada que agrupacion­es cuyos afiliados lo apoyan en un distrito procuran derrotarlo en otros, atacando con la furia que aquí es tradiciona­l a quienes en teoría pertenecen al mismo equipo o “espacio”. En la cultura política nacional, es considerad­o normal cuestionar la buena fe de los adversario­s, lo que hace más comprensib­le la proliferac­ión de agrupacion­es minúsculas y la falta de por lo menos una que sea equiparabl­e con aquellas que se alternan en el poder en las democracia­s maduras.

A Martín Lousteau no le gusta ser acusado de ser “fun-

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina