Un expediente empantanado
¿Cómo viven los protagonistas del caso? Las dudas y las internas en el expediente.
Viviana
Fein ya perdió la cuenta de los cigarrillos que fuma a diario. Hace seis meses se había prometido abandonar ese hábito. En ese entonces, no sabía que iba a ser la fiscal encargada de investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman. Hoy, su promesa está lejos de cumplirse.
Las sombras que hay alrededor del caso, quizás el más politizado de los últimos 10 años, y una investigación con varios frentes abiertos pusieron a Fein en un lugar incómodo. Operaciones de inteligencia, campañas de difamación y personajes oscuros no ayudaron a esclarecer la muerte del fiscal que denunció a la Presidenta y otros miembros del Gobierno por negociar la impunidad de los responsables del atentado a la AMIA.
Quienes la frecuentan aseguran que Fein cambió en las últimas semanas el eje de la investigación. Los informes y entrecruzamientos que recibió la convencieron de poner mayores recursos a la hipótesis de un suicidio inducido. También volvió a poner el foco en las amenazas previas que había recibido el fiscal. Ya solicitó a la división de Fraudes Bancarios de la Policía Federal una serie de entrecruzamientos telefónicos. Pretende probar un vínculo entre uno de los custodios de Nisman –Luis Miño– y el ex jefe de la SIDE, Jaime Stiuso. Tiene indicios de que habría llamados entre las flotas de teléfonos Nextel que utilizaban ambos.
El paradero de Stiuso es un enigma. Hay quienes lo ubican en Estados Unidos, donde habría emigrado junto a su familia. Stiuso ya declaró ante Fein, pero la fiscal no abonaba la tesis del supuesto vínculo entre los custodios de Nisman. Su salida de la ex SIDE, la pelea con el Gobierno y su abrupta salida del país abrieron toda serie de especulaciones sobre su figura. Todo indica que Stiuso no regresará al país, al menos hasta diciembre de 2015, cuando se produzca el recambio del poder Ejecutivo.
Fein ya le dijo a su equipo que no pretende apurar su decisión sobre la caratula. Recién en dos meses, según fuentes de la fiscalía, Fein estaría en condiciones de iniciar a escribir el dictamen de la causa.
Sin embargo, Fein deberá convencer a la jueza de la causa, Patricia Palmaghini, que haga oídos sordos ante los planteos sobre la necesidad de tomar las riendas de la investigación por supuestas irregularidades en la misma. La jueza hasta ahora no quedó salpicada en el caso. Se espera que una vez que haya un dictamen de la fiscal, la jueza solicite nuevas medidas de prueba.
El experto informático Diego Lagomarsino es le único imputado en la causa por la facilitación del arma con la que murió el fiscal de la