El jugador está construyendo una faraónica mansión valuada en US$ 8 millones. Autos de alta gama y amigos en Fuerte Apache.
Una
extraordinaria Ferrari. Un exclusivo Porsche. Dos bellezas de la ingeniería europea encontradas en medio del barrio Ejército de los Andes, más conocido como “Fuerte Apache”. Aquel lugar humilde al Oeste de la provincia de Buenos Aires, que en su entrada advierte a cualquier valiente visitante: “Entrá si querés, salí si podés”. En una oportunidad la policía bonaerense ingresó para realizar un allanamiento, y se encontró con esos dos autos de alta gama en medio de la villa. “Estos son robados –le dijo un policía a otro–. Llevátelos”. Horas más tarde se supo: el dueño de aquellos automóviles era el jugador que se convirtió en leyenda en el barrio, Carlos Tevez (31). Se los había regalado a un amigo y a su hermano biológico, Juan Martínez, que hoy cumple una pena de 16 años por haber robado un camión blindado con toma de rehenes, en Córdoba.
A pesar de años de distanciamiento con su familia de origen, que ahora se está revirtiendo, el jugador –millonario y en su mejor momento deportivo– volvió a la Argentina para quedarse. En el exclusivo barrio de La Horqueta está construyendo una faraónica mansión valuada en unos US$ 8 millones, según fuentes del mercado. Inmobiliarias de la zona estiman que ese predio de 6 mil metros cuadrados es imposible de vender por su costo inconmensurable. “No se puede tasar. No hay mercado para semejante vivienda”, explican asombrados los que cono-