La magia continúa
Concierto de Martha Argerich y Daniel Barenboim, dúo de pianos. Obras de Mozart, Brahms y Liszt. Festival de Música y Reflexión. Teatro Colón.
Portercer año consecutivo, Daniel Barenboim presenta en el Teatro Colón su Festival de Música y Reflexión, con la participación de la gran Martha Argerich. Una vez más, estos artistas incomparables se unieron para ofrecer un recital antológico. Y, como sucedió en sus actuaciones previas, la magia se hizo presente. Cuando se encuentran en el escenario, los talentos de Argerich y Barenboim se potencian, se complementan y alcanzan momentos decididamente sublimes.
El programa no deparó esta vez grandes sorpresas, pero sí un recorrido coherente y atractivo. En el inicio, se escuchó la “Sonata para piano a cuatro manos en Fa mayor”, de Mozart, en una lectura que combinó la pulcritud con la impetuosidad. Desde los primeros compases, se percibieron la perfecta química entre los pianistas y la simbiosis de sus personalidades, tan opuestas como impo- nentes.
La primera parte se completó con las “Variaciones sobre un tema de Haydn”, de Brahms, hilvanadas con la dosis exacta de vigor y profundidad. Pero el momento más impactante llegó con las obras de Liszt que el dúo interpretó tras el intervalo. Con Barenboim en el primer piano y Argerich en el segundo, el “Concerto Pathétique” fue un despliegue de virtuosismo. Y las “Reminiscencias de Don Juan” permitieron apreciar el grado de complicidad entre los pianistas, que encararon la obra con un pronunciado sentido teatral, como si se tratara de un drama intenso y condensado.
Mientras el público deliraba, Daniel tomaba a Martha de la mano y la llevaba a recorrer el escenario para agradecer los aplausos con humildad y sencillez. Fuera de programa, ofrecieron dos movimientos de la “Sonata K. 448”, de Mozart, para cerrar un acontecimiento memorable.