Acierto y error papal
En un mundo sacudido por el ISIS, Francisco afirmó que “el terrorismo crece cuando no hay otra opción”. El peligro de su frase.
Había
caminado por Auschwitz. Quizá aún sentía la íntima conmoción que implicó esa caminata silenciosa, cuando en el avión que lo llevaba de nuevo a Roma, tomó el micrófono y dejó que fluyeran las palabras como ríos turbulentos.
Una periodista le había preguntado por el crimen de un anciano sacerdote en una iglesia de Normandía, degollado por dos jóvenes que sobre el altar ensangrentado proclamaron lealtad a ISIS. Francisco respondió, primero, con una disquisición muy importante: no hay que confundir terrorismo con Islam. Es verdad. La cultura islámica es un océano de más de mil millones de personas, en el cual, en términos estadísticos, el terrorismo ultra-islamista es apenas una gota.
La aclaración del Papa es importante. Confundir a los musulmanes con fanáticos sedientos de exterminar “infieles” y “apóstatas”, es funcional al terrorismo. Sin embargo, el pontífice añadió un razonamiento oscuro.
Dijo textualmente: “sé que es peligroso decir esto; pero el terrorismo crece cuando no hay otra opción; y cuando el dinero se transforma en un dios que, en lugar de la persona, ocupa el centro de la economía mundial”.
En esta frase lo único incuestionablemente sensato son las primeras seis palabras: “sé que es peligroso decir esto”. Tiene razón. Es peligroso afirmar que “el terrorismo crece cuando no hay otra opción”. Lo del dinero que “se transforma en un dios” y reemplaza a la persona, tiene mucho de cierto y también tiene mucho de lugar común. Esas frases que queda bien decir aunque no aporten mucho.
Pero señalar que “el terrorismo crece cuando no hay otra opción”, es distinto. Y peligroso. Presentar al terrorismo como una consecuencia inevitable por la falta de opciones diferentes para canalizar una causa, es de por si complicado. No obstante, es cierto que existen situaciones que no dejan más alternativa que la violencia terrorista. El problema, es que el terrorismo al que se refirió la pregunta de la periodista, es el de ISIS. Aunque haya muchos casos de terrorismo de Estado y de otros terrorismos ensangrentando la actualidad, los sucesos ocurridos en Europa y otros rincones del planeta, que son a los que apuntaba la pregunta, tienen que ver casi exclusivamente con ese aparato exterminador que hace de la crueldad y de la violencia indiscriminada su señal de identidad. Y el fenómeno ISIS no
“No hay que confundir terrorismo con Islam. Es verdad. La cultura islámica es un océano de más de mil millones de personas”.