Cuando se alinean los astros
Gala Mundial de Ballet. Con el Ballet Estable del Teatro Colón, e innumerables estrellas invitadas. La dirección estuvo a cargo de Maximiliano Guerra.
Septiembrees el mes de la danza en Buenos Aires. Aprovechando las vacaciones del hemisferio norte, se reúnen en nuestra ciudad primeras figuras de las más importantes compañías del mundo. En el Teatro Colón se vio la confluencia de bailarines y coreógrafos mejor lograda en mucho tiempo, comenzando por la rentrée de la estrella italiana Alessandra Ferri, favorita del público local, junto al argentino Herman Cornejo, primer bailarín del American Ba- llet Theatre. Con 53 años a cuestas, Ferri conserva los rasgos que la hicieron célebre e inolvidable: belleza de línea, rostro sugestivo, empeines irreales, fuerte presencia escénica. Bien elegidos, el dúo de “Rhapsody” de Ashton y la contemporánea “Le parc” de Preljocaj sirvieron para subrayar que la bailarina aún puede dar mucho en escena. Cornejo, excelente partenaire, tuvo su espacio de lucimiento técnico en el prólogo de “Rhapsody”, y expresivo en “Le parc”.
Ovacionada en cada entrada, Marianela Núñez (Royal Ballet de Londres) reeditó “El lago de los cisnes” junto a Alejandro Parente, y ofreció una antológica versión del “Tchaikovski pas de deux” de Balanchine junto a Federico Bonelli, también del Royal. Una joyita: el dúo de “La cenicienta”, extractado de la obra que el genial Rudolf Nureyev situó en los años dorados de Hollywood, bailado por Laura Hecquet y Mathieu Ganio, de la Opera de París. Hubo lugar para la comedia con “La fierecilla domada” de John Cranko, magistralmente interpretado por Elisa Badenes y Pablo von Sternenfels del Ballet de Stuttgart; y también para la romántica visión de John Neumeier en su “Dama de las camelias” -que el Colón conoció íntegramente en 1996 con el Ballet de Hamburgo-, por los impecables Anna Laudere y Edvin Revazov.
Nuestro Ballet Estable abrió brillantemente este desfile de lujo con “Por vos muero”, coreografía de Nacho Duato en la que el elenco encabezado por Macarena Giménez lució impecable.