VÍCTIMAS PIDEN MÁS DUREZA
Para que no te pase” es el nombre de la campaña que lanzó un grupo de víctimas o familiares de víctimas de hechos violentos para manifestarse contra la impunidad, la inseguridad y la injusticia. Sus historias son muy diferentes entre sí pero el reclamo es común: quieren modificar las leyes. “La Justicia mira para otro lado y los legisladores dejan durmiendo los proyectos”, afirmó Matías Bagnato, uno de los organizadores.
Para lograr generar conciencia, convocaron a una manifestación frente al Congreso de la Nación fue multitudinaria y los reclamos se enfocaron en un endurecimiento de las penas y mayor presencia policial en las calles.
LO QUE NO SE MIRA. El último estudio que realizó sobre el tema el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue contundente: las políticas de mano dura no funcionan. En este sentido, el organismo trabaja en toda la región para conseguir acuerdos nacionales, medidas de prevención y reformas institucionales. Básicamente, el estudio recomienda reformar instituciones básicas como la política, jueces, fiscalías y cárceles para poder responder a la inseguridad y advierten que “los latinoamericanos expresaron poca o ninguna confianza en los tribunales en caso de robo o asalto”.
Pero además de la desconfianza en la estructura estatal, que no supo ni sabe dar respuestas a este tipo de conflictos, los especialistas insisten en la cuestión social: “En toda América Latina, cada vez hay más afectados por la violencia creciente producto del desempleo y la desigualdad”, subraya Auyero. De hecho, el experto insiste en que, lejos de lo que suele suponerse, las zonas más pobres, los barrios de emergencia y la clase más empobrecida es la que sufre en mayor medida el problema de la inseguridad.
“Lo curioso es que donde más aumentó la violencia, donde más per-